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Neymar alimenta la impaciencia de sus críticos en Brasil

BARCELONA -- La selección brasileña puede el viernes disfrutar de un renacer salvaje y enterrar todas las dudas que afloraron en su fallido estreno contra Suiza. O no. Neymar tiene la posibilidad de catapultarse ante Costa Rica y dejar su calamitosa actuación frente a los helvéticos en un invisible capítulo de esta Copa del Mundo. O no... El viernes Brasil observará con lupa el duelo de la canarinha frente a los Ticos, dispuesta recuperar la alegría de la samba o preparada para dejarse de monsergas y disparar sus dardos contra todo. Neymar especialmente.

Neymar empieza a cansar en Brasil, donde la permisividad hacia su figura no es la misma que cuando se catapultó en el Santos y mucho menos, ya transformado en icono mediático, disfrutó con la camiseta del Barça de su mejor época. Si hace cuatro años el país entero lloró por el rodillazo que le propinó Zúñiga, hoy sus lamentos por la dureza de Suiza causan estupor.

“Padece el síndrome de Peter Pan. O lo disfruta. Es la imagen que traslada en Brasil”. Quien dice esto es Joaquim Piera, periodista catalán afincado en Sao Paulo hace más de una década, corresponsal entre otros medios de ‘El Periódico’ y que este miércoles publicó en el diario un artículo revelador del presente del crack de la canarinha.

“El viernes podemos irnos a dormir obligados a recular y cantar toda clase de alabanzas hacia él, claro, pero eso no quita que su figura esté muy en entredicho”, sostiene Piera, quien ha seguido muy de cerca la carrera de Ney y entiende que, cumplidos los 26 años, no ha dado el paso adelante que en su día sí dieron jugadores que alcanzaron la consideración de leyendas que él no alcanza. Y, lo que es más preocupante, parece cada vez más lejos de conquistar.

Coutinho fue ante Suiza el jugador más destacado de la selección brasileña y, sin embargo, su figura se vio convenientemente apartada del plano por esas ‘molestias’ de Neymar que sospechosamente aparecieron en el primer entrenamiento posterior del plantel comandado por Tite. El protagonismo de Cou quedó en nada y su rueda de prensa ante los medios estuvo centrada en los dolores de Neymar, circunstancia que incomodó al azulgrana... Y provocó el pasmo en Brasil, donde se acabó el miedo a señalarle.

Cortarse el pelo antes y después del partido contra Suiza demuestra que no estaba centrado en el debut del Mundial”, le disparó desde la televisión ‘Globo’ Walter Casagrande, ex internacional de la Seleçao e integrante del equipo que participó en el Mundial de 1986. Comentarista muy reputado en todo el país, Casagrande le afeó su “poca concentración” aún por encima de su mediocre actuación, que despertó toda clase de críticas... Y burlas que se convirtieron en virales.

Un debate en ESPN Brasil, según la opinión de Piera, “dio en el clavo” al recordar que el mejor Neymar solo se ha visto en el Barcelona, donde el liderazgo futbolístico incuestionable de Messi y la clarividencia de Iniesta catapultaron su figura futbolística... Por más que le condenasen a un papel de secundario, de lujo, en el universo azulgrana.

Sus guiños personales mostrando la marca de sus calzoncillos, cambiándose de botas en pleno partido o desapareciendo de escena a cada cumpleaños de su hermana provocaban el disimulado enfado de Luis Enrique, pero se soportaban con más o menos estoicismo por un rendimiento y brillantez fuera de toda duda enclaustrado en el ecosistema futbolístico del Barça.

Quizá por ello decidió huir, entre otras cuestiones, del Camp Nou con destino a un PSG en el que debía tener indiscutiblemente la consideración de estrella principal, con todo lo que ello supone y que, también, disfruta sin discusión en la selección... Pero en Brasil empiezan a perder la paciencia.

Neymar ha dejado de ser intocable.