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La revolución en Argentina está planteada

KAZÁN (Enviado especial) -- La revolución táctica y estratégica está planteada. Módica. Pero revolución al fin. Por primera vez desde que dirige a la Selección Argentina, Jorge Sampaoli jugará sin un centrodelantero clásico. No lo confirmó en la rueda de prensa oficial llevada a cabo en el Kazán Arena, pero así será el sábado frente a Francia, en el partido más importante de su carrera como entrenador. Lionel Messi será el hombre más ofensivo del equipo, con Ever Banega detrás para evitarle bajar a tomar contacto con la pelota. En un momento de confusiones, es una idea clara y concreta. No es poco.

Messi sabe lo que es jugar en ese sitio. Lo hizo cuando Josep Guardiola era entrenador de Barcelona y los resultados fueron impresionantes. Por supuesto, no fue su posición más común, pero sí una de las que más alegrías la dio. Hoy, con 31 años, lo más lógico podría ser que retroceda en el campo, que se haga más cerebral, que haga jugar a sus compañeros. Pero Argentina no lo necesita en ese rol. Lo precisa como finalizador de jugadas, en la zona donde se definen los partidos. Debe exprimir al máximo sus recursos y, claro está, el diez es su principal argumento para llegar a cuartos de final.

La primera pregunta de la conferencia fue si Cristian Pavón sería titular. Sampaoli no quiso dar el once pero dijo que todos están en condiciones de salir a la cancha. Muy diferente a su respuesta de hace unos días, cuando contestó que no quería cargarle la presión al jugador de Boca. El cordobés ingresará en lugar de Gonzalo Higuaín y se moverá por la izquierda, tanto para tapar la salida francesa como para desbordar en ataque. Por la derecha irá Angel Di María.

En el centro de esa línea ofensiva estará Banega, uno de los que mejor ha sabido entenderse con Messi. El ex Boca tuvo una gran actuación en el primer tiempo frente a Nigeria y se ganó el puesto porque mostró inteligencia y, sobre todo, personalidad para hacerse cargo de la pelota cuando quemaba. El pase gol a su amigo rosarino es otro de los motivos para que siguiera entre los titulares. Por detrás, otra vez Javier Mascherano y Enzo Pérez, con la línea de cuatro de siempre.

El objetivo de Sampaoli contra Francia es imponer condiciones. Es una meta ambiciosa, dada la poca respuesta que tuvo su equipo en la primera fase salvo por algunos momentos puntuales. El entrenador sabe que sus jugadores están recuperados en lo mental y ahora buscará trasladar esa fortaleza al plano futbolístico. En una rueda de prensa mucho más tranquila que las anteriores, pudo explicar su idea con claridad.

"Francia y Argentina tienen maneras de jugar totalmente diferentes. Estoy muy confiado en la capacidad de mis jugadores para manejar los tiempos y espacios. Si lo hacemos, seguramente el rival tendrá menos espacios. Es es la clave. Vamos a jugar con el cuchillo entre los dientes y con mucha convicción", declaró. Es fundamental el concepto del tiempo y el espacio. Francia sabe atacar con rapidez y aprovechar los mínimos espacios que se le dejan. Entonces, ocupar bien el campo de juego será el objetivo de Argentina.

El DT también afirmó que fue importante la reacción anímica mostrada contra Nigeria pero la única forma de clasificar será desde el juego. "Por la característica de sus jugadores, Argentina debe imponerse desde el juego, no desde la actitud. Ante Nigeria en el primer tiempo se plantó y manejó el partido. Estamos en el proceso de imponer el estilo argentino, defenderse con la pelota y encontrar sociedades. Si nos defendemos sin la pelota vamos a jugar un partido en el que tendremos menos posibilidades que el rival. Debemos jugar en campo adversario y a partir de ahí dominar siempre con el balón".

Después de las tempestades de los últimos días y tras lograr una clasificación agónica que fue festejada como un pase a la final, llegó cierta calma a la Selección Argentina. Llegó a Kazán sin las presiones de otros momentos y con la tranquilidad de haber logrado el primer objetivo. Pero no hay conformismo. Con un cambio muy profundo en la forma que atacará, el equipo nacional espera encontrar las respuestas que no tuvo antes. Si aparece el Messi de Guardiola todo será más fácil.