Bélgica se enfrentará el viernes a Brasil en unos cuartos de final que sufrió como nunca pudo imaginar y tras un partido, enorme, frente a un Japón imperial que le tuvo contra las cuerdas. Los Diablos Rojos se citaron con la Canarinha gracias al ejercicio de supervivencia que protagonizaron en Rostov, donde probablemente cualquier otro equipo habría arrojado la toalla cuando Inui anotó el 0-2 para los nipones.
Chadli, cuando faltaban 13 segundos para alcanzarse el minuto 94 que marcaba el paso a la prórroga, sentenció la victoria belga tras un soberbio contragolpe iniciado por De Bruyne… Y que vino a demostrar el excelente cambio de plan que solventó su entrenador Roberto Martínez. Con dos goles en contra revolucionó el equipo dando entrada a Fellaini y Chadli. El primero empató y el segundo sentenció.
Al mejor equipo de la primera fase mundialista, aquel que no especuló con un resultado cuando más se sospechaba que lo haría y derrotando a Inglaterra eligió (Bélgica dignifica el futbol en el mundial) el cuadro a priori más difícil, le devolvió el futbol el favor que le había hecho, haciéndolo en, probablemente, el mejor partido de estos octavos de final, jugado con magnificencia por dos equipos entregados a la victoria sin excusas ni reservas.
Inui, fichado gratis por el Betis al Eibar, fue un coloso que mostró el excelente olfato de la dirección deportiva verdiblanca en su incorporación y a su lado el eterno Kagawa dirigió de manera maravillosa a una selección japonesa que se marcha a casa con la cabeza muy alta, que perdió como pudo ganar porque hasta el último suspiro buscó a Courtois, quien evitó el 2-3 en la jugada anterior al 3-2 y se convirtió en una de las mejores noticias del Mundial.
RUMBO A KAZÁN
El viernes, en Kazán, Bélgica se enfrentará al mayor reto de su historia. Al más difícil desde que en 1986 la derrotase en las semifinales la Argentina de Maradona. Eliminada otra vez por Argentina, esta vez con Messi al frente, en los cuartos de final de 2014, el choque frente a Brasil se adivina una lucha contra la historia… Ante la que se entienden preparados los diablos rojos.
Conocieron este lunes el sufrimiento en su máxima expresión y tanto los futbolistas, liderados por un Hazard que supo recomponerse en el momento exacto y un De Bruyne nunca hundido, como el entrenador sacaron de su interior lo mejor.
Roberto Martínez demostró frialdad y acierto con los cambios, el equipo sentimiento y rebelión cuando Inui le puso contra las cuerdas y todos, del primero al último, rabia incontenida para convertir un velatorio en una fiesta…
Y, también, en un aviso para la poderosa Brasil que alumbra ya como la gran favorita en Rusia pero que, de entrada, se las verá contra una Bélgica a la que acompaña una luz especial.
¿Será su momento?