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Colombia, un equipo con capacidad de reacción en la fase de grupos del Mundial Sub 20

La Selección Colombia puso fin a la fase de grupos del Mundial Sub 20 con resultados positivos. Quedó líder de su grupo, el C, con siete unidades, terminó invicto y con algunas facetas de su juego que fueron destacadas en los 270 minutos que disputó ante Israel, Japón y Senegal.

El equipo de Cárdenas llegó a Argentina con casi todos los nombres que habían participado en el Sudamericano. La baja más sensible fue la de Jhon Durán. quien no recibió el permiso de Aston Villa para jugar el Mundial como así tampoco lo había recibido para el Sudamericano jugado en Colombia. Finalmente Óscar Cortés se sumó al plantel luego de un tira y afloje con Millonarios y respondió en estos primeros juegos.

En los papeles no iba a ser un grupo sencillo y así termino siendo a la hora de la acción. En estos tres compromisos, lo más destacable del equipo colombiano fue su capacidad de reacción, lo que se contrapone a, quizás, lo peor que mostró el conjunto tricolor: la fragilidad defensiva y el empezar perdiendo cada encuentro que jugaron.

Ante Israel la cosa no pintaba bien. Colombia no se encontró en el juego y sufrió demasiado en los 90 minutos dependiendo de las brillantes intervenciones de Luis Marquínez, el otro punto alto que se mencionará más adelante. Sin embargo, en el complemento las alegrías llegaron desde los pies de Óscar Cortés, con un certero remate de penal, y del capitán Gustavo Puerta para el 2-1 final.

El segundo duelo fue ante Japón y, otra vez, Colombia comenzó 1-0 abajo en el marcador. En aquel cotejo, las definiciones de Yaser Asprilla y Tomás Ángel le dieron el puntaje ideal y la clasificación a la Selección. En la última presentación, contra Senegal, los colombianos arrancaron 0-1 y recién a los 90+5 enccontraron la llave del empate en Óscar Cortés. Este aspecto preocupante, el de empezar siempre con pie izquierdo, fue respondido con una característica fundamental del equipo: su voluntad y resiliencia.

Se repuso ante la adversidad en cada momento, supo sufrir y respaldarse en un Marquínez que fue la gran figura del equipo en los primeros tres partidos. Tapó todo lo que pudo tapar, mantuvo con vida al equipo cuando las acciones defensivas no aparecían y empujó a sus compañeros a soñar con la remontada aún cuando la situación no tenía un contexto favorable.

Cuando tu arquero te respalda de esa manera, tenés que aprovechas las chances claras que generás. Y Colombia no dejó pasar la oportunidad de golpear cuando el rival le dejó espacios. Yaser y Cortés volaron, fueron los protagonistas en zona ofensiva y marcaron diferencia. Puerta manejó los tiempos, se hizo eje y volvió a aportar en ataque. El equipo está compenetrado, todos ponen su granito de arena desde donde les toque y quieren ir en busca del gran objetivo: el título. El siguiente paso será ante Eslovaquia, un rival que también será duro en este trayecto que transita el conjunto de Cárdenas.