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Comité de Ética de la FIFA no encontró faltas de Infantino tras investigación

GINEBRA -- El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, no rompió las reglas al aceptar los ofrecimientos de vuelos privados para visitar al papa Francisco, Vladimir Putin en Moscú y el emir de Catar, por lo que fue absuelto de sospechas el viernes por el comité de ética de la FIFA, luego de una investigación secreta que amenazaba con desestabilizar sus meses en la presidencia del organismo rector del futbol mundial.

El fallo -emitido desde Zúrich mientras Infantino despertó en Río de Janeiro para asistir a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos el viernes más tarde- puso fin a semanas de especulaciones alimentadas por filtraciones a los medios de comunicación suizos y alemanes de que el suizo se convertiría en el más reciente líder de la FIFA suspendido del cargo.

"(Los) Beneficios disfrutados por el señor Infantino no se consideraron inapropiados a la luz de las normas y regulaciones aplicados por FIFA", dijeron los fiscales en un comunicado que oficialmente confirmó y dio por concluida su investigación formal.

El caso de 18 semanas de duración reveló rupturas en la FIFA en la transición al mandato de Infantino, desde que fue electo en febrero para modernizar y limpiar una organización dejada en crisis luego de cerca de 18 años de presidencia de Joseph Blatter.

Los "numerosos testigos" que mencionó el viernes el fiscal de ética, Robert Torres, incluyeron a personal y altos funcionarios que fueron despedidos desde mayo.

La investigación sobre presuntos conflictos de interés y la aceptación de regalos también analizó la contratación de asesores destacados de Infantino y el hecho de que el directivo se negara a firmar su contrato de trabajo.

Una filtración incluyó una grabación de una reunión de consejo de la FIFA para mostrar que Infantino describe una propuesta salarial de un panel designado por el organismo como "insultante". Era por 2 millones de dólares sin alguno de los bonos multimillonarios por las Copas del Mundo pagados a Blatter, quien percibía 3 millones de dólares al año como salario base.

Aun así, el caso también sugería que la cultura de la FIFA bajo el mandato de Blatter de disfrutar un estilo de vida de cinco estrellas y acceso privilegiado a jefes de estado parecía haberse llevado a la era Infantino.

Infantino reaccionó a este veredicto señalando que "ahora que este asunto está resuelto, tanto yo como la administración de la FIFA concentraremos nuestros esfuerzos en desarrollar el futbol y mejorar esta organización".

Comentando este dictamen, Infantino señaló mediante un comunicado que se han hecho "progresos considerables en áreas clave, como garantizar que aquellos que actúan en contra de los intereses del futbol sean identificados y respondan por sus acciones".

Esto -continuó- está permitiendo restaurar la reputación de la FIFA y restablecer sus vínculos con sus diversos socios.