MOSCÚ -- La Copa del Mundo es un evento glorioso a nivel global, una reunión del mundo deportivo infundida en la diversidad y el ambiente cultural. Según tu ubicación y las selecciones que te rodean, te sentirías como si estuvieses en la Ciudad de México o Buenos Aires, en Lima o Paris, en Seúl o Sidney.
Y sin embargo, al observar este torneo sobre las últimas semanas, es imposible evitar la sensación que en este Mundial, aún sin la participación de la selección norteamericana, existen una impresión plenamente estadounidense.
Quizás sean los bloqueos idénticos a los del baloncesto utilizados en las piezas fijas en Rusia. O que la frase "error claro y obvio" está de moda a la misma manera que lo estuvo "¿aseguró el balón al caer?" en la NFL, en cuanto a recepciones. Tal vez sean las nuevas presentaciones musicales a principios de los partidos, que han reemplazado a los aburridos himnos de la FIFA a favor de clásicos de arena como las obras de AC/DC y The White Stripes.
La verdad, tal vez sería la "Decisión" de Antonie Griezmann, una mal imitación a la versión original del astro de la NBA LeBron James, en la que la estrella de Francia anunció sus intenciones de quedarse con el Atlético de Madrid en vez de unirse al Barcelona por medio de un cortometraje mostrándolo lanzando disparos al aro de baloncesto, que compartió apenas unos días antes del partido inaugural.
De todas formas, todo se ha combinado para darle a este Mundial en Rusia -- ¡en Rusia! -- un sabor a la NBA o la NFL.
¿Suena extraño? Considera lo siguiente:
Sobre emparejamientos y mentalidad
Inglaterra, que sobrevivió la tanda de penales ante Colombia el martes por la noche, ha sido rotundamente elogiada por el resurgimiento de su selección en Rusia. Varios de los cambios se han dado a la mano del técnico Gareth Southgate y sus giras de reconocimiento por los Estados Unidos.
En el campo, el foco inglés en dominar las jugadas fijas resultó de manera directa del esfuerzo de Southgate en familiarizarse con la manera en la que los entrenadores de la NBA manejan espacios apretados alrededor del aro.
Al visitar los Estados Unidos el pasado invierno, Southgate asistió un partido de los Minnesota Timberwolves con la ambición de aprender los métodos utilizados en el baloncesto, y ha dado resultado. Un ejemplo, durante la fase de grupos ante Panamá, ocurrió cuando Ashley Young le hizo un bloqueo ideal al jugador defendiendo a John Stones, que permitió a Stones escaparse para cabecear el tiro de esquina que impulsó el triunfo por 6-1.
Pero lo que es buscar esos momentos estáticos y controlarlos entre un deporte tan dinámico apenas forma una pequeña parte del objetivo. Southgate además visitó a los Seattle Seahawks de la NFL y adoptó a sus propios entrenamientos varios de los aspectos que observó. Además, mejoró la estrategia de la selección hacia los medios, que históricamente es una relación de antagonismo. Antes del arranque Mundial, Southgate organizó un día de medios, idéntico al que utiliza la NFL previo al Super Bowl, en el que los jugadores les dieron la cara a los reporteros, que generó un ambiente abierto y a la vez destacó la responsabilidad personal de cada participante.
"Una de las razones por las que viajamos fue para ver cómo funciona la NFL, porque no tenemos que hacer las cosas como siempre se han hecho", comentó Southgate a principios del año. "Podemos intentar cosas nuevas que funcionen".
Inglaterra no fue la única selección que aprendió de las ligas estadounidenses. La de Uruguay, que el viernes disputará cuartos de final ante Francia, es dirigida por Óscar Tabárez, quien abiertamente opina que los modelos de la NBA pueden guiar a sus propios jugadores.
De manera particular, Tabárez cree que la manera en la que los equipos de la NBA rápidamente hacen la transición del ataque a la defensiva sería un aspecto fundamental para una selección como la uruguaya, que no cuenta con la profundidad de talento en su plantel como lo hacen las potencias del fútbol.
"En esa liga, lo que más funciona, es la defensa", dijo Tabárez. "El que mejor detiene en el basquetbol es el que suele ganar, y queremos adaptar ese papel al fútbol".
Y la selección de México, que dio la sorpresa ante Alemania en la fase de grupos, pero que quedó eliminada en octavos de final a manos de Brasil el pasado lunes, también ha utilizado las mismas estrategias que la NFL para afilar la condición mental de sus jugadores. El técnico colombiano Juan Carlos Osorio, quien se mudó a Estados Unidos de adolescente, es conocido como un innovador que constantemente busca ideas en otras disciplinas deportivas, inclusive de la selección neozelandesa de rugby.
De cara del Mundial, Osorio ocupó un psicólogo para ayudar en los preparativos de sus jugadores. A Imanol Ibarrondo se le encargó mantener el foco de los jugadores mexicanos en ganar, en vez de evitar la derrota.
"No me puedo imaginar un joven en cualquier lugar que no sueña con triunfar, y es justo, legítimo", dijo Ibarrondo. "Diría que es necesario, esencial".
'Tras una nueva revisión...'
El videoarbitraje (VAR) se presentó a este Mundial aún sin las detalladas explicaciones que acompañan las revisiones de la NFL, pero los seguidores del fútbol americano que están acostumbrados al entorno cambiante a lo que gobierna qué es lo que define una recepción, de cualquier manera, tiemblan de deja vu en este torneo.
La FIFA declaró que el "99.3 por ciento" de las decisiones del VAR en la fase de grupo fueron las correctas, pero de cualquier manera surge la controversia a pesar de las revisiones, la razón principal siendo que se desconoce qué es lo que determina un "error claro y obvio".
Es decir, ¿por qué no se dieron cuenta que Harry Kane fue derribado ante Túnez? ¿Por qué fue que el jugador de Portugal Cedric Soares fue sancionado con un penal cuando el balón conectó con su brazo a quemarropa? Más allá, si el penal a Brasil, ante Costa Rica, fue anulado, ¿por qué fue que el brasileño Neymar no fue amonestado por arrojarse?
Son cuestiones tan matizadas que comparten categoría con las mismas interminables filosofías de la NFL: "¿Movía su brazo hacia adelante?" e "¿Hizo jugada de seguimiento?" El debate sin fin que acompaña el sistema VAR solo sirve para confirmar que los árbitros humanos interpretarán cada caso de manera distinta.
Tal vez un ejemplo "claro y obvio" se manifestó en el encuentro Bélgica-Túnez, cuando el árbitro estadounidense Jair Marrufo marcó falta que pudo haber ocurrido apenas adentro, o apenas afuera, del área de penal.
Marrufo opinó que ocurrió adentro del área. La repetición indicó que pudo ser afuera. Pero de todas maneras el VAR no intercedió. ¿La razón? La conocen bien los aficionados de la NFL: Fue jugada demasiada incierta como para revertir, y entonces la decisión tomada en el campo prevalece.
Las conmociones provocan confusión
En el encuentro de fase de grupos entre Marruecos e Irán, el jugador marroquí Nordin Amrabat se colapsó al sufrir un golpe en la cabeza de un jugador rival. El médico de la selección lo atendió en el campo, le salpicó agua en la cara y le dio una leve bofetada.
A pesar de que Amrabat salió del partido y que confesó no tener recuerdo alguno del encuentro, participó en el próximo cotejo.
¿Les suena? El marroquí no es el único jugador que ha sufrido una lesión en la cabeza durante este Mundial, y la FIFA, que le ha costado trabajo instalar alguna póliza congruente, aún sufre un desarrollo retrasado con respecto a las conmociones.
El organismo le escribió a la federación marroquí recordándole del protocolo sobre el tratamiento de este tipo de lesiones en la cabeza. Pero como pasa en la NFL -- el caso del mariscal de campo de los Carolina Panthers Cam Newton viene a la mente -- las obras del organismo no siempre se emparejan con sus palabras.
Hasta las reacciones suenan idénticas. El tratamiento a Amrabat "suscitó inquietudes", según un portavoz de la FIFA, "pero la valoración y la gestión de casos sobre incidencias de conmoción caen bajo la responsabilidad de los médicos de las selecciones respectivas".
Agregó el portavoz: "La FIFA seguirá monitoreando este caso de a cercas sobre el torneo".
Música 'moderna'
Sobre los años, los participantes en la Copa Mundial pisaban el campo serenados por el "Himno FIFA", una composición clásica con connotaciones de fastuosidad y diplomacia, y además con rastros cursi más apropiados para una graduación de primaria.
En Rusia, el himno ha sido reemplazado por una versión orquestal moderna que solo se escucha al desplegarse las gigantes banderas de cada selección. Luego, al detectar la audiencia en el estadio, los jugadores escuchan canciones de arena como "Thunderstruck" de AC/DC, o "Seven Nation Army" de The White Stripes.
Un portavoz de la FIFA dijo no saber si el antiguo himno fue descontinuado de manera oficial, pero alabó la nueva presentación "moderna".
El uso de "Seven Nation Army" en cada partido sirve para confirmar el legado de la canción como la pista de audio de la actual generación futbolística. El cántico fue presentado a los estadios de fútbol por los seguidores de la selección de Bélgica y ahora es ubicuo, ya que el estribillo se escucha por todos lados.
Ben Blackwell, archivista de White Stripes (y sobrino del vocalista Jack White), asegura que en este punto no le sorprende que la canción haya tomado el escenario mundialista. Después de todo, se escucha en los juegos de baloncesto tanto como en los de fútbol americano, a nivel universitario y de preparatoria, y...
"Tiene sentido, no es necesario hablar algún idioma en particular", dijo Blackwell. "Es una canción maravillosa, la melodía hace todo el trabajo".
"Jack definitivamente está enterado de todo", agregó. "Siempre ha dicho que la canción cuenta con vida propia que jamás se pudo imaginar, y como compositor es lo máximo que puedes esperar".