Ante rivales fuertes como el Gremio no alcanza sólo con empujar. Se necesita jugar con criterio y pronfundidad. River Plate estuvo lejos de hacerlo y por eso tuvo un castigo exagerado con esta caída frente al equipo brasileño.

Ahora, River tendrá una misión más que complicada cuando afronte el desquite el jueves de la semana próxima en Porto Alegre. El resultado, al cabo, complica sus chances de acceder a los cuartos de final de la Copa Libertadores.

River se puso en ventaja al minuto del segundo tiempo con un gol de Eduardo Coudet, pero en lugar de intentar aumentar la ventaja para llegar con mayor margen a la revancha dejó agrandar a su rival.

Y el Gremio, que demostró que cuando ataca es un equipo peligroso, le empató apenas pisó el acelerador con un gol de Tinga, a los 11, y lo venció de contraataque, en el epílogo, con el disparo final a cargo de Gilberto.

En el primer tiempo, River se dio cuenta de entrada que los caminos que conducían hacia el arco de Eduardo eran de muy difícil acceso.

El Gremio evidenció una notable seguridad defensiva, a partir de un dibujo táctico 3-4-1-2 y de una actitud cautelosa, pero de ninguna manera temerosa. El conjunto brasileño se dedicó más a pensar más en obstruirle el juego a River que en atacar, pero lo hizo sin refugiarse exageradamente en su arco y achicando los espacios con gran concentración y velocidad.

A los 12 minutos River se quedó sin Ariel Ortega, quien sintió un tirón en el iibial derecho y dejó en claro una irresponsabilida de su parte, del técnico Ramón Díaz por ponerlo y del cuerpo médico por autorizar su presencia. En su lugar ingresó Andrés D'Alessandro, quien en una de las primeras pelotas que tocó obligó a Eduardo a manotear al córner un fuerte remate.

Un minuto antes, Anderson Polga había desperdiciado una oportunidad inmejorable al entrar por el segundo palo en un córner.

Algunas intervenciones lucidas de Alejandro Domínguez despertaron al público de River. El Chori hizo valer su gambeta profunda en varias oportunidades y, no por casualidad, sus mejores momentos coincidieron con los escasos instantes de inspiración que tuvo el equipo local.

Sobre los 17, Coudet mandó un centro desde la derecha, Domínguez disparó y la pelota pegó en un defensor y motivó una estirada de Eduardo.

Al principio, Gremio insinuó que la velocidad de Luizao y Rodrigo Mendes podía complicar al fondo de River, sin embargo los brasileños no se animaron del todo a lastimar y apenas volvieron a llegar con peligro con un cabezazo de Luizao que resultó sin la dirección adecuada.

Tras la reanudación, Coudet acertó con un remate desde fuera del área que se desvió en Zinho y colocó arriba al local. Pero River le cedió la pelota a su adversario y se tiró atrás.

Los visitantes comenzaron a manejar el balón con precisión y buen ritmo y un ratito después se pusieron 1-1. Luizao guapeó una pelota en la media luna y Tinga llegó libre por derecha para definir con un tiro bajo.

River debía volver a empezar. Domínguez olvidó su buen primer tiempo y se movió con más displicencia que convicción, dilapidando varias acciones de riesgo. Y si a eso se le sumaba que Fernando Cavenaghi jugaba lejos del arco y D'Alessandro no lograba imponer su gambeta, el equipo de Ramón Díaz fue apenas voluntad y empuje.

Así y todo, el anfitrión estuvo cerca de convertir con un tiro de D'Alessandro, un remate de Víctor Zapata que Eduardo mandó al córner y un envío de Domínguez que impactó en el travesaño.

Sobre la hora, una proyección excelente de Fernando por izquierda concluyó con una definición cruzada de Gilberto, como para complicarle todavía más el panorama a River. Mucho más.

SÍNTESIS DEL PARTIDO

RIVER PLATE (1): Angel Comizzo; Ariel Garcé, Celso Ayala, Ricardo Rojas; Eduardo Coudet, Cristian Ledesma, Claudio Husain, Víctor Zapata; Alejandro Domínguez; Ariel Ortega y Fernando Cavenaghi. Director técnico: Ramón Díaz.
GREMIO (2): Eduardo; Anderson Polga, Claudiomiro, Roger; Anderson Lima, Emerson, Tinga, Zinho; Gilberto; Luizao y Rodrigo Mendes. Director técnico: Adenor Bachi.