Alexis Mac Allister fue el responsable de romper rápidamente la paridad en la goleada por 5-1 en la ida de octavos de final de la UEFA Europa League entre Liverpool y Sparta Praga, en una jugada que fue todo mérito suyo. El volante estuvo rápido para robarle el balón en salida a Sorensen, que fue a bloquearlo y le cometió una clara infracción. Y el 10 no dudó: pidió la ejecución y marcó. Pateó a su izquierda, el arquero fue a su derecha y Liverpool festejó.