Belgrano llegó a estar en ventaja al término del parcial por un tanto de Darío Zárate, pero Chicago reaccionó y los dos aciertos de Herbella le permitieron evitar la Promoción. De todos modos, el partido fue muy caliente en las tribunas, a tal extremo que un centenar de hinchas locales invadió la cancha cuando todavía quedaban por jugarse 2 minutos de tiempo adicional.

El árbitro Claudio Martín, tras el ingreso descontrolado de los aficionados a la cancha, consideró que "no se podía jugar". Chicago sufrió mucho, le costó demasiado evitar la Promoción y asegurarse la continuidad en Primera, no jugó bien, pero ganó a lo Chicago y lo justificó exclusivamente por una cuestión de actitud.

Hasta los 25 minutos el partido fue con mucho ritmo, de ida y vuelta, con un Chicago al que se lo veía apurado, ansioso, algo nervioso, queriendo ser siempre el protagonista del partido.

Belgrano trató de ser prolijo en su juego, se paró con una línea de cuatro muy fija, cuidó el cero en su arco y procuró sacar la contra desde los pies de Rubén Gómez. Con ese panorama el equipo local fue el que llevó el peso del cotejo, pero tuvo muy poca claridad a la hora de atacar, ya que generalmente la pelota pasaba por Leonel Martens o Horacio Cardozo en vez de ser atendida por Christian Gómez.

El local probó con centros que no fueron efectivos en esta parte del partido y con disparos desde fuera del área, como por ejemplo, a los 26, cuando Martín Mandra obligó a una gran atajada de Gonzalo Vicente o, a los 35, cuando Cardozo disparó y la pelota pegó en el travesaño.

Sobre el final de la primera mitad, cuando Chicago era confusión y nervios, a los 43 minutos, una gran jugada individual de Christian Gómez por izquierda terminó en un toque para Zárate, quien tiró bajo, seco y fuerte para batir a Velázquez. Con ese 1-0 de Belgrano quedó en silencio todo el estadio. En el comienzo del segundo tiempo Chicago fue a quemar todas las naves contra el arco cordobés, pero no midió los riesgos de la contra del equipo visitante. A los 5 minutos el paraguayo César Velázquez le tapó en forma espectacular un mano a mano a Adrián Gorostidi.

A los 10 empezó a descomprimirse el clima espeso en Mataderos. Hubo un córner de Ezequiel Amaya al corazón del área y Herbella, quien entró como una tromba desde atrás, conectó un cabezazo a quemarropa que puso el 1-1.

El empate no cambió el partido. Chicago siguió avanzando con mucha garra y poco fútbol para buscar el gol que lo sacara definitivamente de la Promoción. Pero antes sufrió. A los 16, Velázquez hizo la atajada de la tarde ante Julio Mugnaini cuando por algunos segundos los corazones de los 15 mil hinchas de Chicago se paralizaron. A partir de entonces fue todo del local. A los 19 Vicente se lo sacó al Topo Oscar Gómez. Otro tiro del Topo pasó cerca de la valla y a los 27 un tiro libre de Amaya pegó en el travesaño. Fueron los avisos del gol que se venía.

A los 28 llegó el decimocuarto córner para Chicago, cabeceó Christian Gómez, la pelota dio en el poste, el rebote lo recibió el Topo Gómez, Vicente la sacó desde el piso y Herbella la empujó al gol.

El partido siguió muy cortado, sin ritmo, sin acciones de riesgo y terminó dos minutos antes de lo adicionado por el árbitro con el bochorno de un centenar de hinchas de Chicago que invadieron la cancha para desnudar a sus jugadores.

Los mismos hinchas de Chicago no dejaban volver a la tribuna a los invasores, quienes tuvieron que buscar la salida por una cabecera. Algunos jugadores hasta tuvieron que tomarse a golpes con sus hinchas. Chicago puso el corazón para quedarse en Primera, pero sobraron los hinchas descontrolados.

SINTESIS DEL PARTIDO