El Beto Acosta hizo pasar la pelota por encima de Germán Noce y cuando la recogió la acomodó a la izquierda de Juan Carlos Olave por lo que aportó con categoría el gol necesario para continuar en la persecución de un Independiente que parece demasiado lejano.

Ese tanto decisivo del experto artillero se concretó a los 42 minutos del primer tiempo. Esta caída deja a Gimnasia entre los colistas de esta competencia doméstica y obligado a salvar el semestre en la Copa Sudamericana, por la que ya venció a Boca Juniors en el encuentro de ida correspondiente a la primera fase.

En el primer tiempo la gran diferencia la marcó el Beto Acosta porque se las compuso para hacer tambalear a Gimnasia en el fondo. El veterano goleador casi convirtió de cabeza, de tijera y con otro remate hacia el poste que le quedaba más próximo, hasta que definió un compromiso en el que sobraban las fricciones, e inclusive los golpes sin escrúpulos.

Gimnasia volvió a cargar con los problemas que se repiten desde las transferencias del armador Mariano Messera al Cruz Azul y del goleador Facundo Sava al Fulham, es decir, la falta de claridad y profundidad.

El local dejó de especular desde el principio de la segunda etapa y llegó a acorralar a su oponente, pero cuando fue requerido el arquero Sebastián Saja asumió el papel de garante de sus compañeros, como cuando el uruguayo Gonzalo Choy tiró a colocar y se estiró para apoderarse de la pelota.

El conjunto de Ruben Insua tuvo escasa fortuna en un cambio ya que el mediocampista Leonardo Di Lorenzo sufrió una lesión muscular importante a poco de haber reemplazado al talentoso Leandro Romagnoli.

Di Lorenzo tuvo que salir y en su lugar ingresó Alexis Cabrera. San Lorenzo procuró enfriar el juego y Gimnasia insistió por la igualdad, pero es evidente que en la zona del bosque la pólvora continúa mojada.

SINTESIS DEL PARTIDO: