Las distancias de rendimiento que separan a los dos equipos son tan notorias que la incógnita respecto del resultado solamente puede sostenerse por la eterna imprevisibilidad del fútbol, pero el amplio favoritismo de River no puede ser pasado por alto.

La tendencia se remarca ateniéndose al antecedente más inmediato en enfrentamientos directos: en el pasado torneo Apertura, en Avellaneda, River le propinó a Independiente un cinco a cero. Ahora, con un Independiente que deambula más abajo de la mitad de la tabla (está decimosexto con nueve puntos, a once de su rival) nadie apuesta porque no se repita la historia.

Ninguno de los dos convenció en la fecha pasada, pero River sacó adelante un partido muy complicado y se quedó con los tres puntos frente a Vélez Sarsfield en Liniers, en tanto que Independiente sufrió otro cachetazo con el 1-3 ante Chacarita Juniors, en propio estadio.

Uno a favor respecto de las aspiraciones de Independiente está dado por la realidad que marca que River no pudo ganar sus últimas dos presentaciones como local, en las que dos equipos que forcejean por hacer pie en la categoría, Nueva Chicago y Banfield, consiguieron aguantar el cero en Núñez.

Por otra parte, hasta ahora al Rojo le ha ido un poco mejor fuera de Avellaneda que en ella. En su cancha, el equipo que conduce Néstor Clausen perdió con Vélez, con Colón y con Chacarita, en tanto que sólo pudo ganarle a Belgrano. En cambio, como visitante, sus números son más equilibrados, ya que ganó dos (a Racing y San Lorenzo de Almagro) y perdió dos (con Newell's Old Boys y Gimnasia y Esgrima La Plata), siendo de hacer notar, además, que salió triunfador en los dos clásicos que disputó hasta el momento.

La continuidad de Clausen está severamente amenazada, la danza de nombres para su sustitución (Américo Gallego, Juan José López, Sergio Batista, Osvaldo Sosa) gira desde hace rato y para colmo de males, Independiente no puede dejar de prestarle atención a la tabla de promedios, porque para la temporada próxima le serán descontados nada menos que 61 puntos.

Ramón Díaz todavía no confirmó la formación de River, pero puede darse por seguro que será la misma que comenzó el partido con Vélez, pese a que Ariel Ortega, con una molestia en el glúteo derecho, no pudo completar la práctica del lunes, por precaución.

Muy diferente es la situación en Independiente, porque aunque tampoco Clausen definió, se avizoran cambios varios en relación con el partido del viernes pasado, comenzando por el esquema: en lugar del clásico 4-3-1-2 de esa noche, parece que esta vez será 3-4-2-1.

Por lo que respecta a los nombres, la cosa sería así: dejan el equipo Matías Marchesini (segundo central), Gastón Galván (volante derecho) y Maximiliano Ayala (punta); vuelven Matías Villavicencio (ahora como volante central en tándem con León Bustos), Leonardo Pekarnik y Juan Eluchans (volantes laterales), al tiempo que Pablo Guiñazú dejará de ser carrilero por la izquierda para armar un doble enganche con Federico Insúa, quedando Matías Vuoso como único atacante fijo.

Que River es, hoy, mejor que Independiente, es algo indiscutible. Pero los del miércoles son apenas noventa minutos y se sabe, en fútbol pocas veces está dicha la última palabra antes de que los partidos finalizan.

PROBABLES EQUIPOS

RIVER: Angel Comizzo; Ariel Garcé, Demichelis, Ricardo Rojas; Eduardo Coudet, Cristian Ledesma, Esteban Cambiasso, Víctor Zapata; Andrés D'Alessandro, Ariel Ortega; y Fernando Cavenaghi. Director técnico: Ramón Díaz.

INDEPENDIENTE: Darío Sala; Juan Carlos Tissera, José Luis Zelaye, Mariano Pernía; Leonardo Pekarnik, Walter Bustos, Villavicencio, Juan Eluchans; Federico Insúa, Pablo Guiñazú; y Matías Vuoso . Director técnico: Néstor Rolando Clausen

ÁRBITRO: Héctor Baldassi

CANCHA: River Plate