Ni olvido ni perdón para Figo

El portugués volvió a ser el jugador más odiado por el Camp Nou, en su regreso como madridista al estadio blaugrana, hasta el punto de que los problemas que tuvo en los corners paralizaron el partido

BARCELONA -- El portugués Luis Figo volvió a ser el sábado el protagonista más odiado por el Camp Nou, en su regreso como madridista al estadio blaugrana dos años después de visitarlo por primera vez vestido de blanco, hasta el punto de que los problemas que tuvo para lanzar los corners llegaron a paralizar el partido.

Los aficionados del Barcelona demostraron que no olvidan ni perdonan la traición de Figo, que marchó al eterno rival después de que el Real Madrid abonase los 10.000 millones de pesetas a que ascendía su cláusula de rescisión.

Aunque el recibimiento no fue tan hostil como el que tuvo hace dos años, los ánimos se exaltaron cada vez que tocaba el balón Figo y, sobre todo, cuando se dispuso a lanzar los corners.

En el cuarto de sus lanzamientos de esquina, en la zona del 'Gol Norte' del Camp Nou en que se sitúan los seguidores más radicales de la peña 'Boixos Nois', el colegiado Luis Medina Catalejo decidió paralizar el partido cuando transcurría el minuto 27 de la primera parte.

Tras sobrevivir a duras penas a los muchos objetos que le cayeron cuando lanzó sus dos primeros corners en la primera parte, Medina Cantalejo ya detuvo por dos veces el reloj y pidió a Figo que se marchase de la zona en que tenía que botar.

Tras reclamar al delegado de campo que pidiese calma a los espectadores, ese córner se lanzó y curiosamente Figo estuvo a punto de marcar directamente de no haber sacado una mano el portero barcelonista Roberto Bonano.

Pero el balón había ido otra vez a córner y esta vez Medina Cantalejo decidió paralizar durante unos minutos el partido, con marcha a los vestuarios incluida de los jugadores.

Después de varias conversaciones en los vestuarios y de que la fuerza pública asegurase que garantizaría el orden, el encuentro se reanudó 16 minutos después, con Figo otra vez lanzando el saque de esquina rodeado de policías y efectivos de seguridad privada que contenían las iras de los aficionados.

El jugador luso ya tuvo que aguantar una pitada espectacular antes del inicio del partido cuando el responsable de megafonía del Camp Nou se detuvo al pronunciar su nombre cuando leyó la alineación del equipo madrileño.

Además de la presencia de pancartas alusivas a la traición del madridista -en una de ellas podía leerse que "Cataluña no olvida, Judas"-, cada vez que Figo tocaba el balón los decibelios del coliseo azulgrana aumentaban considerablemente.

"Figo te queremos, Figo muérete" fue la consigna coreada más masivamente, una sentencia con la que los aficionados expresan el paso del amor que sentían por el portugués hace años al odio que le tienen ahora.

El internacional luso rehuyó caer en cualquier tipo de provocación y supo abstraerse de aquel ambiente, pese a que nada más comenzar el partido, en el minuto 8, vio una tarjeta amarilla por una dura entrada por detrás al hoy defensa barcelonista Phillip Cocu.

El holandés fue el encargado de marcar a Figo, al ocupar el lateral izquierdo en lugar del sancionado Fernando Navarro, y la verdad es que Cocu tuvo problemas para parar al portugués, especialmente en los primeros minutos, aunque el protagonismo de éste en el juego de su equipo fue diluyéndose poco a poco, excepto cada vez que tenía que pasar el suplicio de botar un córner.

Al margen de Figo, la otra invitada irreverente fue la lluvia, que estuvo presente, a ráfagas, en el inicio del partido y en algún momento posterior.

Pese a que la lluvia no impidió un lleno total en el Camp Nou, la presencia de muchos paraguas deslució mucho el mosaico gigante con 98.000 cartulinas de color rojo y azul organizado por iniciativa del diario deportivo 'Sport'.

Se esperaba también un recibimiento cruel, aunque no tanto, al otro ex barcelonista ilustre en las filas del Madrid, el brasileño Ronaldo Luiz Nazario, pero un inoportuno proceso gripal acompañado de una elevada temperatura le hizo caer de la lista de convocados esta misma tarde.

Ronaldo, que incluso vio el partido desde Madrid, adonde viajó tras abandonar el hotel de concentración, tendrá que esperar a otro año para saber lo duro que es jugar en el Camp Nou con la camiseta del Madrid, sobre todo cuando antes se ha sido azulgrana.

-EFE


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