El equipo blanco llegó con todas sus estrellas a la capital portuguesa donde esta noche disputará un partido amistoso con el emblemático Benfica, el último antes de enfrentarse al Feyernoord en la Súpercopa de Europa.

A la comitiva madridista le esperaban en el aeropuerto los vicepresidentes del Benfica, Seara Cardoso y Mario Dias que entregaron al presidente honorífico del Real Madrid, Alfredo Di Stefano, un ramo de flores como presente de bienvenida.

La delegación madridista se traslado a un hotel de la capital donde descansarán hasta la hora del partido que se disputa a las 21.00 GMT en el emblemático Estadio da Luz, que recibirá por última vez, antes de ser demolido, al equipo blanco.

El equipo anfitrión ofrece una comida a los dirigentes del Real que acompañan al equipo y una hora antes del partido y ya en el estadio le obsequiaran con un "cocktail".