El delantero madrileño no hizo uso de la jornada de descanso de que disponía y se acercó a la Ciudad Deportiva, en la que estuvo trabajando por espacio de más de tres horas.

Tras ejercitarse en el gimnasio, Raúl saltó al césped y estuvo corriendo y haciendo distintos ejercicios de estiramiento.

Fue el propio Raúl el que reconoció, antes de jugar contra la Real Sociedad, el pasado domingo, que todavía no se encontraba "al cien por cien" en el aspecto físico, pero que la única manera de alcanzar la plenitud era jugando partidos. De ahí que haya vuelto al trabajo antes de tiempo, para acercarse al máximo posible a su tope de posibilidades.

También acudió a las instalaciones madridistas Fernando Hierro, en su cita diaria para recuperarse del esguince del tobillo derecho que sufrió el martes de la semana pasada en Genk, en partido de la UEFA Champions League.

El capitán del Real Madrid ya ha dejado atrás la muletas, una vez que la inflamación de la zona ha comenzado a remitir y que los médicos le han autorizado a cargar el peso del cuerpo sobre la articulación afectada.

Hierro esta trabajando diariamente en el gimnasio buscando perder lo menos posible la forma física, para que cuando la lesión esté superada, reducir al máximo posible el tiempo para volver para a jugar.

El objetivo de Hierro sigue siendo poder jugar la final de la Copa Intercontinental, el próximo tres de diciembre en Tokio contra el Olímpia de Asunción. Los médicos del club diagnosticaron un tiempo de recuperación de tres a cuatro semanas y el capitán intenta, en una carrera particular contra el reloj, llegar a la cita.

El miércoles, los pocos jugadores de la plantilla que se encuentran en Madrid sin compromisos internacionales, Cesar, Pavon, McManaman, Celades, Tote, Morientes, Cambiasso y Raúl, acudirán a entrenarse a las 11.00 horas.