Riquelme ha llegado hoy a Barcelona y pasadas las dos de la tarde entraba en el palco de honor, donde un centenar de informadores, de 48 medios, le esperaban ansiosos para conocerle.

"Creo que vengo a un club demasiado grande", ha dicho el joven jugador, algo abrumado por la expectación que ha causado su fichaje y que en todas sus intervenciones medía escrupulosamente sus respuestas.

"Mi ilusión era salir de Boca y fichar por un equipo grande y optar a cosas importantes. Nunca perdí la esperanza de venir. Sabía que en algún momento vendría al Barcelona. Ahora, lo único que quiero es hacer bien las cosas", ha señalado el futbolista, quien se refería tangencialmente a los casi dos años de espera y en los que se han dilatado las negociaciones.

A pesar del entusiasmo que reinaba esta tarde en la zona noble del Camp Nou, el club ha seguido sin desvelar el futuro del jugador, ya que podría ir cedido, condición que él mismo ha aceptado, puesto que el Barcelona tiene cinco extracomunitarios y la Liga sólo permite la inscripción de cuatro.

Quien deberá decidir el futuro inmediato de Riquelme es Louis van Gaal, el técnico del equipo, que ha aceptado su contratación, pero con la cláusula de que pueda ir cedido el primer año. No obstante, y a pesar de que Van Gaal ya anunció que podría ser una medida impopular, lo va a tener realmente difícil, después de la pasión que ha desatado el jugador entre el barcelonismo.

Si su llegada al aeropuerto ha estado envuelta en momentos de histeria por los seguidores del Barca, no menos intenso ha sido el momento que se ha vivido en el Camp Nou cuando el jugador, vestido de azulgrana, ha saltado al campo para la sesión fotográfica. Hacía tiempo que un futbolista no transmitía tanta pasión a los jóvenes aficionados como el argentino.

En la presentación del jugador todo fueron sonrisas y buenas intenciones, sobre todo las que le expresó Joan Gaspart, presidente del Barcelona. "Eres consciente de que la gente del Barca tenía deseo de que te incorporases al club y ha sido posible. Espero que hagas historia en el Barca y que dentro de algunos años, cuando te hayas retirado, guardes el recuerdo de que tu equipo fue el Barcelona, al que diste todo como profesional", ha señalado el mandatario catalán.

Por su parte, Louis van Gaal, dijo sentirse "muy contento" por la llegada de Riquelme. "Es un jugador con mucho talento y puede triunfar en el Barcelona, pero tiene que trabajar, como el resto de jugadores. Hemos leído cosas de Maradona, pero él no ganó muchas cosas en el Barca. Y yo quiero ganar, y creo que tú también", le ha sugerido al jugador.

Ante tanto halago, y después del recibimiento en el aeropuerto, el jugador ha reconocido sentirse "sorprendido", a la vez que apuntaba: "No pensé que tenía tanto cariño de la afición. Espero hacer las cosas bien y no defraudar a nadie".

Comedido en su expresión e introvertido, el nuevo jugador del Barcelona se ha sacudido la leyenda de la lentitud en su fútbol, que siempre le persigue. "El fútbol es igual en todas parte. Tendré que adaptarme aquí, lo más rápidamente posible, hacer bien las cosas y dar alegrías".

Una de las docenas de dudas que han acompañado la contratación del joven argentino es la compatibilidad de su juego con el que se practica en Europa y en España, y de si él y Rivaldo no se estorbarán en el campo. Louis van Gaal ha dado alguna pista: "Tendremos que esperar. Pero siempre hay que buscar el equilibrio en el campo, que es muy diferente a las cualidades individuales. En este fútbol moderno, todos los jugadores tienen que trabajar, y no creo que sea ningún problema para Riquelme".