Después de los dispendios multimillonarios del Barcelona en las pasadas temporadas, con récords de algo más de treinta y seis millones de euros en los fichajes de Javier Saviola y Marc Overmars, la contratación de Riquelme se presenta como un ganga, a tenor de las expectativas creadas en torno al argentino.

El Barcelona ha pagado ya un primer plazo de seis millones de euros a Boca Junior por el traspaso, y tiene la opción de quedarse con todos los derechos del jugador, si antes del próximo 10 de noviembre decide pagar cinco millones más (2,5 el 30 de junio del 2003 y 2,5 en junio del 2004).

Si el Barcelona no paga esta segunda cantidad de cinco millones de euros, el jugador seguirá siendo suyo hasta el 30 de junio del 2007, pero con un pequeño inconveniente: si decide traspasarlo, Boca recibirá la mitad del dinero; si el Barca recibe una oferta y no quiere traspasarlo, Boca debe recibir una indemnización del 50% de la oferta.

En el caso contrato, que es si el Barca decide pagar el segundo plazo (cinco millones de euros), el jugador seguirá siendo suyo, pero en un futuro traspaso, Boca sólo tendrá derecho al 20% del mismo, mientras que el conjunto catalán podrá rechazar todas las ofertas, sin tener que indemnizar a la entidad argentina.

En el caso de que el Barcelona se decida por esta opción, al final habrá pagado once millones de euros por el jugador, más el medio millón de euros que tiene apalabrado con Boca, y que esta entidad cobrará cuando en el verano del 2003 el club argentino dispute el torneo veraniego del Barca en su estadio, denominado 'Joan Gasper'.