Los tantos del triunfo interista fueron logrados por Christian Vieri (m.48) y el turco Okan (m.57), de un encuentro decidido prácticamente por dos golpes de fortuna: un balón al travesaño del Torino (m.13) y un error en el despeje del meta local Bucci, que trajo el 0-1.

El partido, entre el equipo más goleador (Inter) y el segundo conjunto más goleado y que menos tantos ha anotado (Torino) resultó de trabajo físico, trabado, con un elevado número de faltas -en especial en su primera media hora- y sin gran juego.

En la primera mitad, además, apenas hubo con ocasiones de gol, estando la más clara del lado del Torino. Fue en un disparo de Comotto, a tres metros de la meta, que estrelló el balón en el travesaño (m.13) y el rechace no pudo recogerlo un solitario Magallanes.

El Inter del técnico argentino Héctor Cúper, que alineó de salida al uruguayo Alvaro Recoba, al argentino Gabriel Omar Batistuta y a Christian Vieri, en cambio, tan sólo inquietó con lejanos saques directos de falta. Y es que apenas construyó con sentido y no llevó balones en condiciones al ataque.

Apenas iniciada la segunda mitad, y en una acción totalmente desafortunada del Torino, el equilibrio se rompió. El meta local Bucci erró en el despeje con el pie, al botarle mal el balón, Recoba se hizo con el mismo y lanzó un centro al que no llegó Batistuta pero que fue tocado lo justo por un defensa torinista que se lo amoldó mejor a un Vieri que sólo tuvo que empujarlo (m.48).

Un gol afortunado para el Inter y que rompió el partido en su favor. Máxime tras desaprovechar el Torino, un minuto después, una propicia ocasión para empatar.

El Torino se abrió, dejó huecos, y el Inter lo castigó. Lo hizo en un nuevo robo de Recoba, que eludió a su marcador y se lo puso en inmejorable disposición a un Okan totalmente desmarcado en el centro del área pequeña (m.57).

Ahí terminó todo, pues acabó la resistencia de un Torino nulo en ataque (la pareja uruguaya Magallanes-Franco estuvo desacertada) y sin construcción de juego, mientras que el Inter cada vez jugó con una mayor comodidad.

Lo más destacado llegó en el minuto 91, cuando Batistuta estuvo muy cerca de estrenarse como goleador con el Inter. Pero su disparo salió rozando la cepa del poste izquierdo.