Nada es para siempre

Las semifinales de la Champions League dejaron dos claros mensajes: el "catenaccio" es un sistema útil en Italia pero repudiable en España y el Real Madrid de las grandes estrellas ya no mete miedo

MAYO -- Las semifinales de la Liga de Campeones han dejado dos mensajes listos para ser recogidos por los destinatarios: el "catenaccio" es un sistema útil en Italia pero repudiable en España y el Real Madrid estelar ya no mete miedo.

Los italianos suelen justificar el "cerrojazo" con la bondad del resultado. Da igual que se juegue de una forma horrorosa si al final se alcanza el objetivo perseguido.

La percepción es distinta en España, donde el fútbol debe contener ciertas dosis de alegría. Si el resultado acompaña, mejor que mejor, pero pocas hinchadas alentarían a su equipo a que plantee un partido para empatar a cero.

La prensa italiana reacciona muy mal cuando la española cuestiona ese fútbol que sitúa el sistema por encima de la fantasía.

Siempre responden por donde hace más daño: el "cerrojazo" será desagradable, pero con él hemos ganado tres mundiales; ustedes, ni siquiera han llegado alguna vez a la final.

La devoción por el resultado ha llevado a algún articulista a calificar el "catenaccio" de "arte". Ocurrió en los cuartos de final de la Liga de campeones actual cuando el Inter de Alvaro Recoba Cúper eliminó al Valencia de Pablo Aimar después de ganar uno a cero en San Siro y de perder 2-1 en el Luis Casanova.

En el campo valencianista se vivió toda la eficacia del estilo de juego tradicional italiano, que sólo un entrenador, Arrigo Sacchi, osó cambiar en la década de los 80 con el fantástico Milán de Maldini, Baresi, Rijkaard, Gullit y Van Basten.

Christian Vieri anotó a los cuatro minutos de juego. A partir de ahí Cúper aplicó el guión más fiel del sistema ultradefensivo: todos atrás, repudio del balón como si quemara y máxima concentración para repeler la avalancha atacante del Valencia.

La prensa española vapuleó semejante adoración del "cerrojazo", mientras Luca Calamia título "El catenaccio como arte" su artículo de portada en "La Gazzetta dello Sport", sin que le temblaran, se supone, los dedos a la hora de teclear tan sacrosantas, para él, palabras.

"La italia del balón, valiente y "catenacciara" (literalmente: cerrojacera)", añadió, "logra un récord histórico: dos semifinalistas en la Liga de Campeones (luego se unió el Milán). Jamás había ocurrido".

"Valiente y cerrojacera", Puedes denigrar el "catenaccio" cuanto quieras, argumentan, pero hemos colocado tres equipos (Inter, Juventus y Milán) en las semifinales y vosotros sólo uno, el Real Madrid. Conclusión: el cerrojazo sirve.

Los resultados de los partidos de ida de las semifinales han dado nuevos bríos al debate entre italianos y españoles.

El Real Madrid se impuso en el Santiago Bernabéu por dos goles (Ronaldo y Roberto Carlos) a uno (David Trezeguet) al Juventus, un resultado que los italianos consideraron muy bueno porque, dice la prensa italiana, los blandos no consiguieron arrollar a la "vieja señora" como se temía.

"Después de haber pasado por el Bernabéu, el Real da menos miedo", escribe hoy "La Gazzetta dello Sport".

Alessandro "Pinturicchio" Del Piero, el capitán y estrella de la "Juve", abunda en ese enfoque: "El gol de Trezeguet nos ha dado confianza. Sabemos que tenemos los medios, tal vez distintos de los de ellos, para hacer daño al Real".

La esperanza de "Pinturicchio" se basa en un concepto básico del "catenaccio": aprovechar un solo resquicio para colar un gol.

"Siguen siendo unos fenómenos, pueden venir a Turín y marcarnos tres goles, pero para nadie es fácil fabricar veinte jugadas de gol por partido sin conceder al menos una al rival", afirma.

El sueño de los defensores del sistema: ganar por uno a cero y pasar la eliminatoria. De hecho, la "Juve" accedería a la final de Old Trafford con ese resultado, por el valor doble del gol de Trezeguet en el Bernabéu.

El 0-0 del Milán-Inter en San Siro rindió honores al fútbol defensivo. Convencidos de que los españoles aprovecharán la ocasión para volver a criticar el "sistema", "La Gazzetta" pone la venda antes de la herida al señalar en portada que el empate sin goles es la "espoleta perfecta" para una nueva "avalancha de insultos" de los españoles, de Cruyff y de "cualquiera otra entidad ofensiva".

"Entidad ofensiva" contra "entidad defensiva", el "Dream Team" contra el "Catenaccio Team". Cruyff contra Cúper, el espectáculo contra la racanería. Si la "Juve" supera al Madrid, la final de la Liga de Campeones será toda italiana, puro "arte" incomprendido.

- EFE


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