Mike Fish 13y

El drama de un ex ligamayorista

TAMPA , Fla. -- María Del Pilar Alomar -- o Maripily, como se le conoce a la voluptuosa modelo en Puerto Rico -- no está teniendo un buen día. Es coqueta y puede ser el centro de atención un minuto, pero estar al borde de las lágrimas y colapsada al siguiente.

Ella acaba de salir de un tribunal en el centro de la ciudad, pero no sin detener su paso cuidadosamente montada en tacones de seis pulgadas para platicar cálidamente con un grupo de reporteros latinos y camarógrafos de su isla. Ella está preocupada por la disputa legal con su esposo separado, el estelar ex intermedista Roberto Alomar, la que le afecta los nervios mientras otra audiencia finaliza sin llegar a un acuerdo mutuo.

La fea riña estalló a principios de agosto cuando, apenas un año después que la pareja contrajo matrimonio, Maripily obtuvo una orden de protección provisional por violencia doméstica contra Alomar, bajo alegación de que había sido víctima de tres incidentes separados de violencia doméstica desde la primavera, acusando a Alomar de empujarla y de amenazarla con un cuchillo. Alomar, quien negó las alegaciones de su esposa en corte, contraatacó al interponer una demanda de divorcio unos días más tarde por la causal de que su matrimonio está "irreparablemente roto", alegando que Maripily lo había amenazado previamente con divorcio a menos que él la hiciera codueña de un domicilio en Tampa de 18.000 pies cuadrados a nombre de él.

La corte, como es de costumbre en casos así de fogosos, le dio a Alomar una pequeña oportunidad para pasar por su antiguo hogar y recuperar sus objetos de valor, incluyendo su Rolls Royce y su Ferrari. Eso dejó a Maripily con acceso al Cadillac Escalade arrendado mientras sigue instalada en el hogar valorado en $3 millones en una exclusiva comunidad cerrada al norte de la ciudad.

Si tan sólo la ruptura fuese tan ordenada. Si tan sólo la vida de Alomar después del béisbol fuese tan ordenada.

Alomar y su apellido acaudalado son muy queridos en su natal Puerto Rico. Hace un poco más de un año, se robó los titulares en su país al casarse con Maripily, apodada en los círculos de farándula como la Paris Hilton de Puerto Rico. La pareja de famosos era toda sonrisas el verano pasado cuando fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol Canadiense, donde fue reconocido por su juego estelar y sus temporadas de campeonato con los Azulejos de Toronto. En estos días, Alomar se mantiene ocupado con una línea de ropa que ha lanzado, y reparte su tiempo entre Toronto, Tampa y Puerto Rico.

Pero desde su retiro en el 2005 como un 12 veces jugador estrella, su legado al béisbol algo empañado por el infame incidente donde escupió al árbitro John Hirschbeck, la vida de Alomar también ha estado repleta de relaciones amargas y disputas legales. Al menos cuatro mujeres, incluyendo a su esposa separada, han acusado a Alomar de ser portador del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y tener relaciones sexuales con ellas sin protección. Alomar ha negado firmemente que sea VIH positivo.

En medio de la conmoción personal persistente, Alomar se mantiene al borde de conseguir su mayor logro profesional. Su nombre encabeza la lista de jugadores que estarán bajo consideración cuando se envíen las papeletas del Salón de la Fama por correo el mes siguiente, y su selección a Cooperstown se da casi por sentado. El año pasado fue elegible por primera vez, pero Alomar quedó a sólo ocho votos del 75 por ciento requerido en las boletas emitidas. Era un gran favorito para ser electo, aunque los informes de prensa indicaron que algunos votantes estaban renuentes a exaltarlo en su primera oportunidad debido al incidente del escupitajo.

"Su sueño es alcanzar el Salón de la Fama", dijo Maripily sobre Alomar, que tuvo promedio de por vida de .300 y es considerado uno de los mejores intermedistas del deporte de todos los tiempos. "Estaba desilusionado por no haber entrado [el año pasado]".

Alomar le dijo al diario Newsday después de la votación que estaba estupefacto al no haber sido elegido: "Estoy sorprendido. Estoy muy, muy, muy sorprendido. A veces tienes que lidiar con lo bueno y lo malo".

Vidas privadas expuestas

Cuando los resultados de la elección lleguen este año, una imagen sonriente de Maripily no será captada al lado de su esposo. No hay posibilidad de eso. En los últimos meses, la hasta hace poco feliz pareja se ha enfrascado en una pelea legal de gatos, liderada por la Sra. Alomar.

Maripily y su equipo legal le han añadido sazón al juicio, dentro y fuera del tribunal, mientras que la prensa amarillista en Puerto Rico regularmente produce noticias a granel sobre la célebre pareja. Este jueves, un diario de Puerto Rico publicó un artículo acompañado de una atrevida foto que identifica a Maripily vestida como Gatúbela en una sugestiva pose con un hombre vestido de pelotero. El diario dijo que la foto fue tomada en Halloween en la casa que ella y Alomar compartían en Tampa.

Alomar está acusado de agredir físicamente a su esposa y exponer a sabiendas a la modelo de trajes de baño/gurú de la salud al VIH, el virus que causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). El "Equipo Maripily" alega estar en posesión de un rastro de documentos que identifica medicamentos utilizados por la leyenda del béisbol para tratar el virus.

Ellos alegan que la salud de Alomar es relevante porque las discusiones contenciosas de la pareja, que son la base para el cargo original de violencia doméstico, han sido sobre pagos que Alomar hizo para llegar a un acuerdo con mujeres que alegan haber tenido relaciones sexuales sin protección con él sin saber que era alegadamente VIH positivo.

A menos que se llegue a un acuerdo de antemano, los abogados de Maripily sugieren que la pregunta persistente sobre si Alomar es VIH positivo podría tratarse al fin durante una audiencia programada para el 19 de noviembre en el caso de violencia doméstica.

"Obviamente, queremos incluir eso, porque va al corazón de lo que causó los argumentos y las peleas", dijo Rick Calzada, abogado de Maripily. "Queremos ponerlo en contexto, explicar qué sucedió.

"No fue simplemente una discusión sobre finanzas o una discusión sobre dónde ir a cenar. Eran discusiones sobre la enfermedad de él y las demandas y el hecho de ella haber sido nombrada como acusada. Eso le da un contexto para explicar por qué actuó de la manera en que lo hizo. Por qué la empujó. Por qué actuó con violencia".

Maripily ahora también sostiene que Alomar la utilizó como accesorio cuando la novia con quien vivía anteriormente, Ilya Dall, alegó en una demanda civil en febrero del 2009 que Alomar tenía SIDA. Dall, una ex masajista de Nueva York, alegó que a ella se le había puesto en riesgo por haber tenido sexo sin protección durante su relación de seis años. En ese tiempo, Maripily, entonces la novia nueva de Alomar, tildó la demanda de Dall como "una vil mentira".

Maripily le dijo a ESPN.com, mientras su abogado le servía de intérprete luego de una reciente comparecencia en el tribunal, que Alomar la utilizó: "Para que él pudiera regresar a la fama y parecer un hombre de familia. Él está criando un niño, mi hijo [de una relación previa]. Una persona famosa. Una mujer bella que lo defenderá. Una mujer de negocios. Yo tengo mi propia boutique y soy la persona que le dio la idea de hacer [su] línea de ropa. … Yo siento que él me utilizó para todo esto. Me maltrató. Tomó todo lo que quería. Y él me mintió".

Maripily, de 33 años, sugiere que Alomar, de 42, le mintió a ella al negar las alegaciones de Dall. En aquel tiempo, Dall alegó en una demanda de 17 páginas que Alomar había rechazado las recomendaciones de dos doctores de hacerse la prueba del SIDA antes de finalmente someterse a una prueba en febrero del 2006 por un especialista de la enfermedad en Cleveland, quien se alega en su demanda halló que Alomar era VIH positivo.

Alomar alcanzó un acuerdo confidencial el año pasado en la demanda civil de $15 millones presentada por Dall. "Obviamente, se llegó a un acuerdo; cualesquiera que fueran esas estipulaciones, no puedo discutirlas", dijo Dall a ESPN.com.

Calzada, quien representa a Maripily, dijo sobre el acuerdo de Dall: "Fue suficiente como para satisfacer a ambas partes para cerrar el caso. Fue considerable". Él dice que Maripily le ha contado que Alomar ha pagado casi $4 millones para liquidar sus controversias con Dall y otra mujer, la jugadora de tenis profesional Meghann Shaughnessy, quien el pasado diciembre presentó una alegación similar de haber sido expuesta al VIH por el retirado astro de béisbol.

Dall dijo que conoció a Alomar en el 2002 poco después de que lo cambiarán a los Mets de Nueva York. En aquel momento, ella era dueña de un spa de masajes no muy lejos del antiguo Shea Stadium y le daba tratamiento a algunos de los peloteros. Dall dijo que después ella y sus dos niños vivieron con Alomar desde febrero de 2005 a octubre de 2008, entre hogares en Nueva York, Ohio y Florida .

"Yo conozco a Robbie muy bien", dijo ella. "No voy a decir que fue el mejor novio. Tuvimos diferencias, pero él nunca me puso la mano encima a mí ni a mis hijos".

Ni la esposa separada de Alomar, ni Dall, ni otras dos mujeres que han presentado alegaciones similares contra el retirado pelotero jamás han dado positivo al VIH.

Alomar ha negado repetidamente solicitudes de entrevistas de ESPN.com desde que inicialmente surgieron las alegaciones de VIH en febrero del 2009. Y su abogado actual, David Maney, no ha respondido a al menos cinco mensajes telefónicos. Recientemente, fuera de la corte, luciendo en buena forma física con pantalones canela, camisa oscura de seda y gafas de sol sobre su cabeza, Alomar dijo que hablaría cuando se termine el caso. Entonces añadió: "Escuché que ustedes están hablando con la otra parte [Maripily]. Hablen con ellos. No me necesitan a mí".

A diferencia de Maripily, quien tiende a asimilar mejor el espectáculo del tribunal, Alomar ha lucido incómodo a lo largo del juicio. A menudo se le puede ver consultando calladamente con sus abogados afuera de la sala del juez, alejado del magneto de medios que es Maripily. Él es cortés, pero no está ansioso de conversar cuando se le acercan.

Poco después de que surgiera la alegación de VIH por primera vez en la demanda de Dall, Alomar dijo en una declaración escrita, "Estoy en buen estado de salud, y les pido que respeten mi privacidad durante este tiempo. … En cuanto a la demanda, está llena de mentiras, y me entristece profundamente que alguien a quien yo le tenía afecto haga acusaciones tan terribles e intente herirme de esta forma".

Dall se refiere a Alomar como alguien "muy privado".

'Todas huelen dinero'

Rey Negrón, amigo de mucho tiempo y asesor de Alomar, describió a Maripily y las otras mujeres como cazafortunas y que "todas huelen dinero". En cuanto a la salud de Alomar, él dijo: "Para mí se ve fantástico. Él va al gimnasio y se ve estupendo".

Negrón sugirió que Alomar se equivocó en llegar a un acuerdo en el pleito de Dall. En cuanto a por qué buscaría un acuerdo en vista de la información tan específica sobre su salud provista en la demanda, Negrón dijo: "Bueno, yo no soy quién para comentar, porque no sé nada sobre eso". Entonces añadió: "Yo sólo sé que Roberto Alomar es uno de los mejores tipos que he conocido. Y no hay más nada. Es un caballero. Siempre ha sido bueno. Ha sido bueno con mi familia. Ha sido bueno con mucha gente. Y no se merece toda esa mier…".

Sin embargo, las demandas y alegaciones contra Alomar se siguen acumulando. Desde el acuerdo de liquidación de deuda en el litigio de Dall en mayo del 2009, al menos tres mujeres más -- incluyendo a Maripily, la esposa separada -– han avivado el espectro de Alomar haber tenido sexo sin protección también con ellas a pesar de que sabía que era VIH positivo.

El pasado octubre, la popular cantante boricua de merengue Giselle Ortiz entabló una demanda por $6 millones en Puerto Rico contra Alomar y su esposa por alegada difamación y daños y perjuicios a su reputación luego de que Maripily llamase a Ortiz, una ex novia de Alomar, "una drogadicta, una mala madre y una lesbiana" en varias ocasiones. La demanda fue enmendada en febrero para incluir una alegación de angustia mental causada por alegaciones en la demanda de Dall de que Alomar era VIH positivo.

Abogados de la esposa de Alomar también alegan que él participó en conversaciones para llegar a un acuerdo con Shaughnessy, otra ex novia, luego de que la tenista profesional planteó alegatos similares de angustia causada por el alegado estado de VIH en una demanda que fue redactada pero no presentada en Arizona. La esposa separada de Alomar ha sido nombrada como acusada en la demanda presentada por Ortiz así como la demanda redactada el año pasado por los abogados de Shaughnessy, de la cual ESPN.com obtuvo copia.

"La razón detrás de dos de los tres incidentes de violencia doméstica [entre Alomar y su esposa] fueron el resultado directo de estos reclamos y alegaciones en las otras demandas", dijo Calzada, uno de los abogados de Maripily.

Ortiz dice que ella no ha sostenido relaciones con Alomar desde 2002, pero las alegaciones de que él era VIH positivo la dejaron intranquila poco después de que ella se casara con el jugador de béisbol profesional Miguel "Mickey" Negrón en 2009. Sus abogados han estado intentando a través de los tribunales de conseguir que Alomar se someta a una prueba de VIH en Puerto Rico. Ortiz, de 41 años, se sometió a una prueba de VIH que dio resultado negativo, según dijo ella misma.

"Yo no estaba prestando atención a lo que estaba pasando con [Alomar] hasta que ella salió con eso", Ortiz dice, refiriéndose a la demanda entablada por Dall. "Entonces me preocupé un poco … Soy felizmente casada. Así que ha sido difícil para mí y para mi familia también. Tengo un hijo. Te acabas de casar y sale alguien diciendo que tiene VIH. Y tú piensas, 'Oh Dios mío'".

La otra alegación de Shaughnessy también nombra a Maripily como demandada, citándola como "miembro del patrimonio matrimonial". La demanda redactada reclamando daños punitivos no especificados nunca fue presentada en la corte federal de Arizona, pero Calzada, abogado de Maripily, dijo que en vez, fue enviada a Alomar y "aparentemente usada con fines de llegar a un acuerdo".

El borrador de demanda identifica a Robert W. Shely como el abogado de Shaughnessy basado en Phoenix. Ante la pregunta de si había preparado una posible demanda involucrando a Alomar, Shely le dijo a ESPN.com: "Sí, sólo que no puedo hablar nada sobre Robbie Alomar".

Cuando le preguntamos si hubo un acuerdo de liquidación que involucra a Alomar, él dijo: "No les puedo ayudar".

Al preguntársele si podía hacerle llegar un mensaje a Shaughnessy para tomar sus comentarios, él dijo: "Si ustedes me quieren dar un mensaje, yo se lo daré a ella, pero yo sé que ella no les hablará".

ESPN.com le dejó mensajes a Shaughnessy en el Scottsdale Hyatt Gainey Ranch Resort -- donde ella es profesional de tenis residente -- que no fueron devueltos. Tampoco respondió a mensajes de correo electrónico.

Según el borrador de demanda, Shaughnessy alega que ella y Alomar estuvieron en una relación íntima en el 2004 y 2005, aunque en aquel tiempo ella desconocía que Alomar vivía con Dall. Shaughnessy dijo que ella y Alomar reconectaron cuando él visitó Arizona en octubre del 2008. Fue poco después, en febrero del 2009, que Dall radicó su demanda alegando que Alomar era VIH positivo y Shaughnessy alega que sufrió "angustia emocional severa".

En el borrador legal, Shaughnessy alega que Alomar posteriormente se rehusó a confirmar o desmentir si él era VIH positivo. Ella también reclama que él se rehusó a proveerle sus expedientes médicos, que podrían ser utilizados para confirmar o negar si tiene el virus.

Maripily alega que dio como buenas las negaciones de Alomar sobre las acusaciones de otras mujeres sobre VIH hasta que se enteró de los acuerdos financieros que firmó con ellas.

"Cuando yo lo cuestionaba sobre los acuerdos a los que había llegado con otras mujeres y los problemas que salieron de ahí, se volvía muy agresivo, se me acercaba a mi cara y me gritaba", dice Maripily. "Me daba golpes de pecho … Desde que me casé con él, he sido víctima de agresión y manipulación, en el sentido que él me ha dicho que si yo hablo de lo que sé, habrán consecuencias muy serias en mi contra. Que él es Roberto Alomar y le creerán a él y no a mí. Y él puede pagarle a quien quiera para que diga lo que él quiera que ellos digan. Y él puede arruinarme a mí y a mi familia".

"Me siento desilusionada, destruida. Tengo mi corazón hecho pedazos. Estoy enfadada conmigo misma porque una persona me haya usado. Y [dijera] tantas mentiras".

Por ahora, Alomar permanece callado.

Mike Fish es un reportero investigativo para ESPN.com.

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