STANFORD -- Pura lógica: Serena Williams campeona. La número uno del mundo venció a Angelique Kerber (8ª del ranking mundial) por 7-6 (1) y 6-3 y se quedó con el WTA de Stanford, torneo que se disputó sobre cemento y repartió 710.000 dólares en premios.
La tónica, como en los cuatro partidos de su torneo, fue siempre la misma: algunas complicaciones en el comienzo y demolición (con quiebre rápido) en el desenlace, incluso en cuartos de final, donde, ante Ana Ivanovic cedió el primer set, el único en toda la semana.
Esta vez, una hora y 19 minutos le demandó quedarse con el encuentro y el torneo. En ese lapso, ganó el 80% de los puntos jugados con su primer servicio pero fue quebrada en las únicas dos chances de su rival. La alemana, mientras tanto, sufrió 4 roturas en 12 posibilidades bajo su servicio.
De esta manera, la estadounidense se coronó por tercera vez en este torneo, ya que fue campeona en 2011 y 2012. Ausente en 2010 y 2013, sigue sin perder aquí desde 2009, cuando cayó en cuartos. Es el noveno torneo distinto que gana, al menos, por tercera vez.
Además, se trató de su 61ª conquista WTA y cuarto campeonato en el año, además de los festejos en Brisbane, Miami y Roma, a pocas semanas del US Open, donde ganó en 1999, 2002, 2008, 2012 y 2013.
Mientras tanto, la teutona sigue sin sumar títulos en el año, cayendo en cuatro finales (Sídney, Doha, Eastbourne y ahora Stanford) y su récord en definiciones ahora desciende a 3-9.