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Raúl Allegre echa un vistazo a lo más notable previo al Super Bowl XLIX

GLENDALE -- De una forma u otra seremos testigos de la historia.

De ganar Seattle, Rusell Wilson se convertiría en el primer mariscal de campo en ganar el Super Bowl en dos de sus primeras tres temporadas. Tom Brady será el primer QB en la historia en llevar a su equipo al Super Bowl en seis ocasiones. También será apenas la segunda persona en participar como jugador activo en seis juegos finales de la NFL. El otro en hacerlo, Mike Lodish, no tuvo la importancia para su equipo que tiene Brady. De ganar los Pats, Brady se uniría a Terry Bradshaw y Joe Montana como los únicos QBs en ganar cuatro títulos.

Es lamentable que una situación como la de los balones desinflados sea el tema principal en un partido que enfrenta a los mejores equipos de sus respectivas conferencias, que tiene temas apasionantes, duelos interesantes y jugadores que son estrellas en la NFL. Cerré mi nota previa con un comentario breve al respecto. Abro ésta siendo parco respecto al tema una última vez.

Conocí a fondo a Bill Belichick durante cinco años con los Gigantes de Nueva York. Su pasión es la estrategia, la preparación y la atención al más mínimo detalle. Cometió un error craso con la situación del Spygate, cuando grababa las señales que mandaban los entrenadores rivales. Esa fue la razón por la que fue castigado por la NFL. De hecho la primera controversia respecto a anticipar jugadas de un oponente la tuvieron los Delfines de Miami en el 2006 cuando vencieron a los Patriotas en Miami 21-0, y se especuló que conocían las señales de los Patriotas. A partir de entonces, Belichick empezó a grabar las señales de sus oponentes. ¿Coincidencia quizás? Nunca lo sabremos. Hubo rumores de que habían grabado una práctica de San Luis antes del Super Bowl XXXVI, pero nunca se presentaron pruebas. De lo que sí estoy seguro es que los tres campeonatos que ganaron los Patriotas fueron debido a que fueron el equipo mejor preparado y el que mejor ejecutó en los Super Bowls XXXVI, XXXVIII y XXXIX.

Respecto a la situación de los balones desinflados, estoy seguro que Bill Belichick no tenía conocimiento al respecto. Yo acondicionaba los balones de los Gigantes y Bill Parcells no estaba enterado. Como lo dije en mi nota anterior, es cuestión de los QBs y todos y cada uno de ellos especifican el tipo de condición de los balones para cada partido. En el caso de Brady, le gustan un poco desinflados y eso viola las reglas de la NFL. Brady declaró que no estaba involucrado en el proceso de desinflar los balones. En mi opinión, lo que dijo Brady fue verídico, pero no necesariamente completo. Estoy especulando, pero asumo que Brady le dio instrucciones a un miembro del grupo de utileros que sus balones tenían que estar de cierta manera. ¿Cuándo sucedió eso? Probablemente hace años. El campeonato de conferencia contra Indianápolis no fue la primera vez que los balones estuvieron desinflados. No acondicionaron los balones ese día para contrarrestar las condiciones climatológicas como se ha especulado. ¿Estuvo Brady pendiente del proceso de los balones antes del partido de campeonato contra Indianápolis? Lo dudo mucho. ¿Existían instrucciones previas y especificaciones de Brady de como se deberían de acondicionar los balones? Como diría el gran Cantinflas, "Ahí está el detalle". No sé si hasta el momento la hayan hecho esa pregunta.

Las reglas especifican que habría una multa de $25 mil dólares a la persona que llegara a alterar los balones antes de un partido con una posible sanción adicional a discreción de la liga. Un miembro de los utileros probablemente será el chivo expiatorio. El equipo será castigado. Queda por ver qué tan severamente.

Ahora al partido.

Son varios los temas individuales para el próximo domingo. Empecemos con los entrenadores. Tanto Bill Belichick y Pete Carroll son la excepción de la regla en lo que respecta a la estructura de la toma de decisiones referentes a personal. Tanto Belichick como Carroll tienen la última palabra en lo que respecta a adquisición de jugadores, ya sea por el draft o por agencia libre. Belichick funge como gerente general de los Pats. Carroll contrató al de Seattle, John Schneider. La cara opuesta de la moneda la tuvimos en San Francisco cuando dejaron ir a Jim Harbaugh porque no tenía una buena relación con Trent Baalke quien era su superior. La NFL es una liga de copiones. Es probable que otros equipos sigan este sistema en el futuro.

Tuve la fortuna de ver en acción a Belichick durante los playoffs de la temporada 1990 cuando en semanas consecutivas neutralizó a tres ofensivas completamente diferentes: el ataque terrestre de Chicago, la ofensiva de costa oeste de San Francisco y el juego de pase de Buffalo. Era la ofensiva K-Gun, una ofensiva en serie que en esa época fue innovadora. Tuve también la oportunidad de ver en acción a Pete Carroll, también como coordinador defensivo, no tanto tiempo como a Belichick, pero en dos partidos de eliminación que jugué con los Jets. El primero fue contra Miami la última semana de la temporada. El ganador avanzaría a los playoffs. Ese día, el esquema de Carroll frustró a Dan Marino y ganamos el encuentro. La siguiente semana, Carroll cambió radicalmente su sistema para contrarrestar a los Petroleros de Houston y su ofensiva "Run and Shoot". El marcador terminó 17-10 a favor de Houston. Tres veces en cuarta oportunidad, Bruce Coslet decidió jugársela en cuarta oportunidad en lugar de intentar goles de campo. En resumen tanto Belichick como Carroll tienen su propio estilo, pero ambos entrenadores crean un ambiente de competencia dentro de sus equipos, saben utilizar al máximo el talento de sus jugadores, los preparan detalladamente, y los saben motivar. Seattle no varía tanto su defensiva como lo hacen los Pats, pero eso no quiere decir que no lo puedan hacer si es necesario. Existen antecedentes con Pete Carroll. Ese será un factor a seguir durante el partido si se les complica la situación.

Finalmente, pocas veces llegan al Super Bowl equipos que tuvieron que descontar desventajas considerables ante rivales de gran calidad. La situación era crítica para los Pats en el tercer cuarto contra Baltimore cuando perdían por 14 puntos, pero pudieron remontar el marcador. Seattle perdía por 12 puntos faltando 3:07 en el partido. ¿Qué pasó? ¿Cómo fueron capaces de salir adelante?

En los momentos de presión, cuando un equipo está con la espalda contra la pared y poco de lo que han intentado ha funcionado, recurren a su ofensiva básica, a lo que hacen mejor cuando están bajo presión. En Inglés le dicen el pan con mantequilla, "the 'bread and butter' offense". Parcells le decía "la carne con papas". OK, sé que no todos pueden comprar carne. Otros le podrían llamar la dieta de "las tortillas con frijoles" cuando no alcanza el presupuesto para carne, nada sofisticado, sólo una dieta básica.

La "carne con papas" de los Patriotas, la ofensiva a la que recurrieron en el segundo tiempo para vencer a Baltimore, fue la ofensiva de pases cortos lanzando rápidamente el balón. Para que funcione este sistema la lectura de la defensiva previa a las jugadas es fundamental. La línea ofensiva de los Pats es de buen nivel, pero no es una línea ofensiva dominante. La razón por la que Brady fue capturado en sólo 21 ocasiones durante la temporada regular, y tres en postemporada es porque se deshace del balón rápidamente. Cuando llega a la línea de golpeo, revisa la defensiva, decide a quién le va a lanzar el pase y ejecuta. Hay ocasiones en las que tiene que recurrir a sus segundas o terceras opciones, pero no son muchas. Seattle es un equipo que no hace muchos ajustes previos a la jugada, pero que tampoco permite muchos espacios. Me sorprenderá mucho si los Pats corren en más de 20 jugadas en este partido. El domingo es un día que Brady espera con ansiedad. Es su oportunidad de redimirse, de mandar un mensaje fuerte y claro al resto de la NFL de que los Pats ganan porque son superiores física, mental y estratégicamente a sus rivales y que factores externos no influyen en el resultado final. No se sorprendan si ven seguido formaciones con cinco jugadores colocados como receptores aún si van en contra de una de las defensivas de pase más impenetrables de la NFL con cuatro jugadores de Pro Bowl entre los siete que defienden.

La ofensiva básica de Seattle es la optativa, la ofensiva "zone read". La usaron en nueve de 17 jugadas que ejecutaron en sus últimas tres series ofensivas cuando perdían por 12 puntos. En ese corto período de tiempo consiguieron 59 de las 182 yardas totales que lograron entre los dos en todo el partido. Ese estilo ofensivo contribuyó para que se abrieran espacios para sus receptores, que fue la manera como amarraron el partido. Marshawn Lynch ha sido literalmente "una bestia" durante la postemporada con 216 yardas por tierra, promediando 5.5 yardas por acarreo. Por su parte, en sus dos partidos de playoff, la defensiva de Nueva Inglaterra ha tenido problemas defendiendo los acarreos de sus rivales. No frenaron a Justin Forsett quien terminó el partido con 129 yardas por tierra, un promedio de 5.4 yardas por acarreo, y anotó un TD en un pase lateral. Aún Daniel Herron de Indianápolis pudo correr con efectividad hasta que su equipo se rezagó mucho y se vieron forzados a lanzar prácticamente en cada jugada a partir del tercer cuarto. En Lynch, los Pats enfrentarán a un corredor potente, motivado porque este podría ser su último partido en Seattle, y capaz de hacerles daño también como receptor.

Hay muchos otros detalles por seguir. Tendremos un programa previo al partido en donde el equipo de comentaristas de ESPN profundizará en cada tema.

Es el momento de dejar atrás la situación de los balones desinflados y enfocarnos a ser testigos de la historia.