<
>

Futbol en Acapulco, sueño acariciado

GUADALAJARA -- El puerto de Acapulco está cerca de cristalizar un largo sueño: contar con un equipo de futbol de Primera División. Una ilusión que se remonta al final de los sesenta.

Es posible que en los próximos días se anuncie oficialmente la venta de la franquicia de Estudiantes Tecos a empresarios guerrerenses encabezados por Mohamed Morales.

Más allá de la imagen de un sitio turístico destinado al entretenimiento con sus playas y vida nocturna desde el pasado Siglo XX, ahora se busca que haya una razón más para visitarlo y que sus habitantes cuenten con una alternativa más de diversión.

El desarrollo del futbol profesional ha sido complicado en una plaza cuyo clima es arriba de los 30 grados centígrados, lo cual es el menor de los problemas considerando que a esa temperatura se juega en Veracruz, Cancún, y en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Pero al igual que en los dos primeros municipios mencionados, Acapulco tiene demasiadas distracciones para un atleta de alto rendimiento: bares, discotecas, y table dance, entre otras cosas que son la mezcla perfecta para impedir la concentración absoluta que requiere un deportista.

Si se menciona la palabra futbol en Acapulco, la gente siempre apuntará la mirada hacia la figura de Jorge Campos Navarrete, el portero que apareciera con Pumas al final del decenio de los ochenta, y que en los noventa despegó a nivel internacional con Selección Nacional no sólo por su manera de jugar a la portería, sino por sus extravagantes uniformes de colores fosforescentes.

Es sin duda el personaje más mediático surgido del puerto en los recientes 20 años.

Otro elemento trascendente, pero no de Acapulco es Manuel Negrete, oriundo de Ciudad Altamirano. El zurdo es recordado también como uno de los emblemas de Pumas, y por anotar un golazo de media chilena en el Mundial de México 86, considerado por la FIFA como uno de los más bellos realizados en la historia de dichos torneos.

Del Estado de Guerrero también surgió Margarito González, quien nació en el poblado de Cruz Grande. Por años, el defensa fue uno de los iconos de Gallos Blancos de Querétaro, y quien se caracterizó por su potente disparo de larga distancia lo que le valió ser contratado por Cruz Azul en el 2004.

Un jugador más de origen acapulqueño es Omar Flores, actual defensa de Jaguares de Chiapas, y que inició en el Atlas.

Por lo tanto, Acapulco no se ha caracterizado por ser un gran semillero de futbolistas.

TODO COMENZÓ EN LOS 60
En la temporada 1967-68 quedó sembrada la primera semilla del intento por impulsar el futbol en el puerto. Fue con el club Las Brisas, en la Tercera División, y en la década de los setenta se agregó para la campaña 1974-75 el Inter de Acapulco, de la Segunda División. Los proyectos no se detenían y siguieron surgiendo equipos como los Delfines, y los Guerreros. En los noventa, se logró contar con un club en la recién creada Primera División A, con un conjunto que dio la sorpresa al vencer al Atlante en 1995, en un Torneo de Copa con todo y que los Potros eran dirigidos por Ricardo La Volpe, y contaban en sus filas con Hugo Sánchez.

Para el inicio del tercer milenio, el empresario Alejandro Burillo Azcárraga siempre tuvo la intención de llevar al Atlante a Acapulco, y para ello hizo un experimento con un equipo en la Primera A, en donde tuvieron sus inicios Federico Vilar y Luis Gabriel Rey, mientras que Fabián Estay cerraba su carrera con el mismo conjunto.

Burillo puso la primera piedra del que sería el estadio del Atlante, evento en el que estuvo el entonces gobernador del Estado, René Juárez Cisneros. Pero al cambiar de partido político, el proyecto quedó en el olvido, y los Potros se trasladaron a Cancún.

Actualmente hay un equipo de futbol en Acapulco: los Guerreros, de la Segunda División, cuyo técnico es el veterano Mario Pichojos Pérez.
De 2003 a 2008 existió el club Mantarrayas, también en la Tercera División.

LA NUEVA CASA DE ESTUDIANTES
El que será el nuevo estadio de Estudiantes o Soles, es al parecer la Unidad Deportiva Acapulco (UDA), que en 1983 y 1985 fue sede del Mundial Juvenil Joao Havelange, torneo del que surgió de la selección brasileña un jugador llamado Roberto Gama de Oliveira, mejor conocido como Bebeto.

Durante muchos años, la UDA fue escenario para que muchos equipos del futbol mexicano sostuvieran partidos amistosos contra los conjuntos locales como parte de las pretemporadas. Algunos partidos recordados son contra los Pumas conducidos por Bora Milutinovic, con jugadores como Hugo Sánchez, Leonardo Cuéllar, Cabinho, y Muñante, entre otras estrellas.

Es un inmueble que por el momento tiene una capacidad para 15 mil aficionados, y que de acuerdo a los requisitos del reglamento de la Federación Mexicana de Futbol para los equipos de Primera División deberá ser ampliado para que tenga por lo menos cupo para 20 mil personas.

Muchos son los niños que anhelan igualar la hazaña de Jorge Campos, y ahora con un equipo de Primera División tendrán la oportunidad de renovar y fortalecer sus ilusiones.