LONDRES -- Hay una escuela de pensamiento que sugiere que la defensa de un título es una prueba más dura que el hecho de ganarlo. Manchester City, tras su reciente ascenso rápido, es ahora "el equipo que todo el mundo quiere vencer" -como si los equipos no hubiesen estado alborotados por la victoria antes de esto. No hay credibilidad, sin embargo, en este tópico, ya que el City ahora tiene el título de la Premier League, así como el dinero, y los rivales estarán ansiosos para bajarles los humos.
El equipo de Roberto Mancini ganó en los segundos finales de la temporada pasada. En ese momento, a los fanáticos del City no les importó en absoluto. Fue un éxito feliz para ellos, sobre todo al ver la miseria estallar entre los fanáticos del Manchester United que habían viajado hasta territorio del Sunderland. Sin embargo, hay un argumento que siguiere que frente a ese escuadrón del United, y con la munición disponible en Eastlands, el triunfo debería haber sido menos dramático, sin la necesidad de las palpitaciones en el último día.
No hay ninguna duda en las mentes de los responsables, sin embargo -- los propietarios recompensaron a Mancini con un nuevo contrato de cinco años, que lo vinculará con el plantel hasta 2017. El acuerdo se cerró por un valor de £ 37,5 millones, según The Sun, que sirve como otro recordatorio de que el fútbol ha perdido completamente su sentido de la realidad. Después del manager, fue el turno del capitán del equipo, Vincent Kompany, para cerrar un nuevo acuerdo. Probablemente el mejor centro defensa de la división, firmó un contrato de seis años. Para conservar a sus preciados activos, este ha sido un verano productivo para el City hasta el momento.
Sin embargo, estos derrochadores habituales han estado inusualmente tranquilos en términos de incorporaciones. Esa firma de Wayne Bridge en Brighton en calidad de préstamo que fue el titular de los periódicos hasta hace muy poco lo resume todo. De hecho, Mancini había dado rienda suelta a su frustración por la falta de actividad en el mercado de fichajes en julio, antes de hacerlo de nuevo en agosto -- parecía poco probable que el City mostrara su mano hasta que la venta de garaje estuviese vacía. Roque Santa Cruz y Emmanuel Adebayor -- firmaron por un total de £ 42,5 millones en 2009 -- son los principales jugadores que el City quiere descargar a cambio de honorarios por debajo de su RRP. El problema es que estos salarios existentes, que hacen que les salgan lagrimas de los ojos, significan que las partes interesadas tendrán dificultades para satisfacer sus demandas a menos que el City subvencione las movidas -- como lo hicieron con el préstamo de Adebayor al Tottenham la temporada pasada.
Por lo tanto todo lo que se habló de la posible llegada de Robin van Persie, del Arsenal -el City ahora, al parecer, es la escuela final para los Gunners desarrollados- ha sido algo prematuro. Si la gente tiene que ser acompañada por la puerta de salida, sin embargo, es posible que el holandés esté caminando por los pasillos del estadio Etihad pero, por desgracia para nosotros, no estrechará la mano de Garry Cook. Ciertamente, las opciones entre Mario Balotelli, Edin Dzeko, Sergio Agüero, Carlos Tevez y Van Persie podrían tomar un papel principal.
Mancini, cómodamente haciéndose eco de los sentimientos de la introducción de la previa, ha dicho: "Este año será más difícil porque, una vez que ganas, el problema es volver a conseguir la victoria. Por esta razón, creo que tenemos que mejorar nuestro equipo con, quizás, algunos nuevos jugadores". Cuando tienes la tarea de hacer la disección del actual plantel tienes que ser puntilloso, lindando con los hábitos del TOC, para descubrir algo de que preocuparse. Con el jugador más alto de la división, Costel Pantilimon, como portero de reserva detrás de Joe Hart, ya están completos -- a pesar de su error Community Shield --, muy bien en ese departamento. Pero, en la defensa, el margen de mejora por lo menos se asemeja a una verdadera necesidad.
Más allá de la primera opción de centro-defensa con Kompany y Joleon Lescott, está el cada vez más chirriante, Kolo Toure, y el todavía en desarrollo, Stefan Savic. Por lo tanto, no sorprende que el City supuestamente esté dispuesto a dar un impulso, con Daniel Agger del Liverpool, mencionado como un posible objetivo -- y les podría ir mucho peor. En la posición de zaguero, están bien equipados en ambos lados.
La lista del City de mediocampistas, por su parte, sigue siendo vergonzosamente larga incluso después de haber cortado al experimento fallido de Owen Hargreaves, titular de ningún juego de liga. Mientras que en Yaya Touré tienen uno de los mejores del deporte, la adición de otro fue propuesta para ayudar a compartir la carga. Sería una compra de lujo y no por necesidad, y la discutida adquisición de una persona en el molde de Daniele Rossi, amenazó con sembrar el miedo en aquellos que luchan por mantenerse a la par con el resto de los muchachos. En cambio, se sumó a Jack Rodwell del Everton. Añadieron profundidad, seguro, pero ha sido una movida sorprendente dado el historial de lesiones del joven.
Son justamente los favoritos para el título -- no considerarlos así hubiera sido absurdo. Comienzan la temporada en casa ante el recién ascendido Southampton, cuando cualquier cosa más que una paliza evocará una hipérbole. Su primer período se terminará en circunstancias cómodas -- en los papeles, por lo menos - ya que enfrentarán al West Ham, de Swansea, Reading y Norwich, mientras que en diciembre se enfrentarán aparentemente su tramo más difícil, con un enfrentamiento en casa contra el Manchester United intercalado entre partidos contra Everton y Newcastle. Se enfrentarán a este trío en sucesión de nuevo al final de marzo.
A pesar de las burlas, de los celos y cómoda la cama de dinero sobre la que los jugadores y el personal del City descansan, no hay que olvidar que Mancini tiene que hacer frente a los niveles de expectativa a su alrededor.
El objetivo del City para la temporada 2012-13 es claro: el progreso. Han logrado mucho la última campaña, basándose en el final de una sequía de títulos del año anterior con el robo de la marcha ante sus acérrimos rivales en la Premier League. En Europa, sin embargo, si bien hicieron su debut en la Champions League en un grupo difícil, un fracaso en llegar a los octavos de final fue una mancha en su racha.
Es en este momento, así como en la defensa de su corona nacional, que Mancini estará bajo las instrucciones de entregar buenos resultados. Se esperará que por lo menos reclame la gloria en la Premier League o la Champions League la próxima temporada -- Todo lo demás sería considerado un fracaso, dados los recursos a su disposición. Se trata de un arma de doble filo para el italiano, y este "nuevo tipo de presión" para el equipo y sus jugadores es exactamente lo que se le pide que maneje en su puesto. Levanta el puente levadizo de la fortaleza, Mancini, porque la batalla está a punto de comenzar.