<
>

Rimet: "No sé de qué se quejan"

BUENOS AIRES -- El presidente de la FIFA, el francés Jules Rimet, regresó al continente europeo y realizó un balance del primer Campeonato Mundial de fútbol organizado por la Federación que preside. Al llegar a Francia, y consultado por los reclamos de Argentina tras su derrota en la final ante los locales de Uruguay, Mister Rimet afirmó: "No sé porqué se quejan los argentinos".

Buena parte de sus declaraciones al bajar del barco que lo transportó de vuelta desde Montevideo las reproduce el periódico español La Voz. "Palabras más o menos", afirma el jornal, el titular de la FIFA sostuvo que "el entusiasmo en Suramérica por el fútbol es exagerado. Se debe a que allí no existe otra distracción. Fútbol... y política. La gente se entrega por completo al fútbol y entiende el juego como una lucha apasionante. Nuestra vieja civilización europea tiene otras válvulas de expansión".

Consultado sobre los altercados que se habrían producido en el estadio Centenario luego de la victoria de Uruguay por 4-2 sobre Argentina, Rimet cuestionó la versión argentina de que hubo irregularidades y destacó la justicia de la definición. "En la final no ocurrieron incidentes desagradables". Todo lo contrario: brío y corrección en los jugadores; autoridad y competencia en el árbitro. Una de las más bellas exhibiciones de fútbol a las que he asistido. No sé por qué se quejan los argentinos", afirmó.

Los delegados argentinos que estuvieron en Montevideo denunciaron a su regreso al país que durante la final los el público uruguayo hostilizó a sus jugadores y cuestionó la parcialidad de árbitro belga John Langenus. El señor Augusto Rouquette, miembro del Consejo Único que acompaño a la delegación argentina, habló con la prensa en su regreso a Buenos Aires. Reiteró las críticas contra la actuación del público local y afirmó que "los jugadores orientales jugaron bruscamente haciendo objeto a los argentinos de repetidos fouls, contando con el favor del referée que nunca 'los veía'", afirma el diario Santa Fe.

Además de los cargos contra el árbitro, la delegación argentina criticó a los "miembros de la Asociación Uruguaya que nada hicieron ante las reclamaciones de los delegados por el juego brusco desplegado por sus jugadores", escribe el mismo diario argentino.

En base a estos informes, la Asociación Amateur argentina decidió romper relaciones deportivas con la asociación uruguaya de Foot-Ball. La opinión pública, en general, se mostró a favor de esa decisión. El diario Santa Fe afirmó lo siguiente para apoyar la medida: "La determinación adoptada por la Asociación se considera que es muy acertada, pues no es sino una consecuencia del egoísmo demostrado por los dirigentes de la nación vecina, quienes en su afán de no dejar que el campeonato traspase los límites de su país, no han reparado en los medios para conseguir lo que deseaban".

Desde Europa, también desmintió las quejas argentinas el español Paco Bru, que participó del torneo mundial como entrenador del once peruano y presenció el partido final. El diario La Voz de España cuenta que Bru aseguró que en la final "no habían surgido incidentes; que se había peleado con pasión, pero correctamente, y que el público se habla limitado a alentar a los suyos, pero sin turbulencias". En síntesis, agrega el artículo, "que la final había sido normal".