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Egipto, el primer africano

Egipto jugó un sólo partido en el Mundial de Italia Getty Images

ROMA -- África hizo su presentación en los campeonatos del mundo gracias al combinado de Egipto. En la primera Copa disputada en Uruguay ningún equipo de dicho continente se hizo presente, pero cuatro años más tarde la Selección del norte africano decidió inscribirse en el torneo previo y logró el pasaporte para el certamen disputado en Italia.

Egipto goleó al Seleccionado de Palestina en ambos partidos de clasificación y aseguró su lugar en el campeonato del mundo. Turquía también debía jugar en el grupo de África y Asia, pero se retiró y entonces sólo disputaron dos partidos egipcios y palestinos. Los africanos golearon 7-1 en El Cairo el 16 de marzo de 1934 y volvieron a ganar, 4-1, tres semanas después en Tel Aviv. Así llegaron al Mundial, donde hicieron un digno papel.

El combinado egipcio, dirigido por el escocés James McCrae, comenzó su larga travesía hacia Italia casi un mes antes del inicio del campeonato. La delegación viajó en barco y llegó a la sede mundialista pocos días antes del debut frente a Hungría, uno de las grandes potencias futbolísticas del continente.

Cinco clubes aportaron la mayoría de los integrantes del plantel mundialista: National Sporting Club Cairo, Mokhtalat Sporting Club Cairo, Olympic Club Alexandria, Egyptian Athletic Club Port Said y Arsenal Sport Club Cairo. De hecho, los once titulares en el cotejo frente a Hungría provenían de estas instituciones egipcias.

A pesar de que tuvo una digna actuación, el conjunto africano se despidió del campeonato del mundo después de disputar sólo un partido. La derrota 2-4 frente a los húngaros decretó su rápida eliminación. Egipto hizo un buen primer tiempo y, tras estar 2-0 abajo en el marcador, se recuperó y empató con dos goles de Abdel Rahman Fawzi. Sin embargo, en el segundo tiempo Hungría impuso toda su jerarquía y convirtió dos tantos más para lograr el pase a los cuartos de final.

Así, la primera Selección no europea ni sudamericana en disputar un campeonato del mundo se fue con la tranquilidad del deber cumplido a pesar de no haber conseguido un buen resultado.