BERNA -- Hungría llegó a la Copa del Mundo con un invicto de cuatro años y como principal favorito a conseguir el título. A pesar de que mostró un fútbol de alto vuelo y mereció obtener la victoria, perdió la final frente a Alemania Federal y debió conformarse con el subcampeonato en Suiza. Los protagonistas húngaros expresaron su decepción tras el torneo.
El entrenador se mostró muy enfadado con el árbitro de la final: "Hemos sido robados. Ling ha cometido tres errores que han decidido el resultado. Primero, robando a los húngaros un penal cuando Kocsis fue derribado en el primer tiempo; segundo, no concediendo el gol de Puskas en los minutos finales cuando fue logrado en forma legal, y tercero, no pitando un tiro libre, debido a una falta, permitiendo que continuara el juego, lo que dio ocasión al segundo tanto alemán".
Hyula Hegyl, presidente de la comisión húngara de deportes declaró: "Este ha sido un terrible desastre. Hungría debió haber sido el campeón del mundo, por el desarrollo de nuestros primeros partidos en el torneo, como lo prueba el hecho de haber vencido a Brasil y Uruguay. Sin embargo, debemos admitir que los alemanes han jugado hoy muy bien y que han conseguido una victoria merecida, debido a que, aún cuando han tenido menos ocasiones de marcar, las han aprovechado mejor que nosotros".
El resto del plantel húngaro describió la derrota como el peor desengaño que podrían haber sufrido en sus carreras. Incluso, Sandor Kocsis dijo que no ganaron el título porque "menospreciaron el Mundial". Con la derrota, los futbolistas magiares han visto cortadas sus vacaciones de quince días que se les había prometido si vencían, y regresaron a Budapest.