MALLORCA -- Rafael Nadal y Wimbledon vuelven a encontrarse. En 2012, el español jugaba allí el que sería su último partido del año, ante Lukas Rosol, y su rodilla le decía basta. Siete meses hubo que esperar para volver a ver al mallorquín en cancha. El ex N°1 del mundo regresó con todo y llegó a la final en los nueve torneos que disputó: ganó siete. Entre ellos, un Grand Slam (su octavo Roland Garros, nada menos) y tres Masters 1000.
Está claro que Nadal reaparece, una vez más, con todos los pergaminos sobre sus espaldas. Pero Rafa, entre modestia y costumbre, siempre mantiene la cautela: "Voy sin haberme entrenado en césped y es una superficie que tienes que entenderla, aprender de nuevo a saber cómo jugar los puntos y enfocar de manera correcta determinadas situaciones... ya llegar a cuartos, o a semis, será una muy buena noticia, porque querrá decir que he tenido una primera semana muy buena", manifestó antes de viajar hacia Londres.
"Wimbledon no es como Roland Garros, Australia o el US Open, donde a lo largo del partido puedes ir salvándolo o alargándolo. Es una situación diferente, con jugadores especialmente agresivos, que sacan muy fuerte y dejan muy pocas opciones de restar; tienes que estar muy concentrado en cada momento porque el partido se te va muy rápido", agregó el español.
Además, remarcó que mantiene "la mayor ilusión del mundo" para alzarse con el trofeo, pero insistió con los detalles que pueden complicar su camino en el All England: "Prácticamente llevo dos años sin jugar en hierba porque el año pasado llegué muy mal por la rodilla, tanto en Halle como en la semana previa en Wimbledon. Así que hay que trabajar desde hoy mismo, hacer las cosas bien y esforzarse al máximo en cada entrenamiento, que es la única manera de llegar a bien a la primera ronda".
El manacorí estaba anotado para disputar el ATP 250 de Halle, pero decidió bajarse y pasar unos días de descanso en su ciudad natal. Ahora, será tiempo de volver a salir a escena. La enorme suma de puntos por defender ya ha sido reafirmada con éxito. Ahora, es cuestión de borrar los ceros del ranking y escalar en la clasificación. Primera escala: Wimbledon.