LOS ÁNGELES – Cuando uno piensa en Oklahoma City Thunder, el primer nombre que viene a la mente es el de Kevin Durant.
Después de todo, el alero es el actual JMV de la NBA y la gran figura, el anotador más leal y uno de los "chicos buenos" de la liga. Eso quedó consolidado con la ceremonia de la semana pasada que le puso los ojos vidriosos a absolutamente todo el mundo.
Al pensar en OKC uno luego recuerda a Russell Westbrook, el hermanito menor que no siempre hace lo que los padres piden y que vive metiéndose en problemas.
El ex jugador de UCLA se ganó, muchas veces injustamente, una mala reputación a base de demasiada agresividad y de jugar por momentos fuera de control. Lo critican por tirar muchos triples sin ser un francotirador y por olvidarse en momentos clave que Durant está en cancha con él, y que este es no solo más talentoso, sino que también mucho más alto y eficiente.
Sin embargo, esta serie ante Los Angeles Clippers está cambiando el libreto, pero pocos le están dando el crédito que se merece. Westbrook es el que está actuando como el hermano mayor, dentro y fuera de la cancha.
Empecemos por los números: 29.6 puntos (cuatro más que contra Memphis Grizzlies), 52.6 por ciento desde el campo (disparó 38.2 en primera ronda) y 40.9 en triples (casi el doble). Su PER, herramienta que mide la eficiencia en cancha es de 31.1, más del doble de la media de la liga, según ESPN Stats & Info.
Por si fuera poco, Westbrook en la postemporada está promediando por encima de 27 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias. El único otro jugador en la historia de la NBA en lograrlo fue Oscar Robertson, en tres ocasiones. Ese es, precisamente, el tipo de nivel que está mostrando el armador, y por eso es que el Thunder está a un partido de avanzar por tercera vez en cuatro años a las finales de conferencia.
Su actuación el martes fue fundamental, no solo para su equipo sino para preservar a su compañero y amigo Durant. El alero tuvo un partido paupérrimo, siendo prácticamente anulado por Matt Barnes. Durant apareció en los minutos finales con una ráfaga para poner el partido a tiro, pero hasta entonces llevaba solo tres canastos en los primeros 44 minutos.
Por contrapartida, Westbrook acabaría con 38 puntos en 23 tiros, consiguiendo la falta de Chris Paul que lo llevó a la línea y encestando los tres tiros libres que les darían la ventaja definitiva y el triunfo clave.
Esta dinámica no es nueva, y tampoco debería malinterpretarse como un insulto a Durant. El equipo tiene lugar para ambos, y necesita cada gota de talento de los dos para conseguir el objetivo que buscan. Lo que es inevitable mencionar es que Westbrook es una pieza clave, y que hasta su madurez y liderazgo muchas veces pasan desapercibidas. Por ejemplo, luego de la derrota en el cuarto partido, Durant respondió con insultos en el camerino y caras largas y respuestas monosilábicas en la conferencia de prensa. Por contrapartida, Westbrook (quien tampoco estaba contento, obviamente), contestó a las preguntas con su mejor expresión dadas las circunstancias. Sí, el mismo al que la prensa y los fanáticos vilifican, le puso el pecho a las balas por él y por la organización.
Si el Thunder hoy consigue abrochar su boleto a la próxima ronda, mucho tendrá que ver la influencia del número "0".
Pensar que muchos decían que OKC sería mejor sin él.