ATLANTA -- El coach de los Falcons, Dan Quinn, dijo que confió en su instinto para tomar la decisión en una crucial cuarta oportunidad y una en su propia yarda 45 en la derrota del domingo en tiempo extra por 33-30 ante los San Diego Chargers.
La acción resultó en la pérdida de una yarda en un acarreo del corredor Devonta Freeman y ésta preparó el gol de campo del triunfo de los Chargers.
“Honestamente, realmente creí que lo lograríamos y que mantendríamos viva la ofensiva”, dijo Quinn. “Sólo decidí con mi instinto y fui por él (el primero y 10). No funcionó.
“Podemos dudar. Eso es fácil, pero fue más una cuestión mental. Creía que saldríamos agresivos para ganar esa mitad de yarda que necesitábamos. Así que, cuando no lo logramos, fue un error costoso”, agregó el estratega.
Quinn dijo que el éxito del quarterback de los Chargers, Philip Rivers, y su ofensiva no fue un factor para decidir que su defensiva no volviera al campo. Los Falcons permitieron 426 yardas totales y 371 de ellas por aire a Rivers.
“Eso no fue factor en ese momento en particular. Realmente fue una situación en la que pensé, ‘Creo que vamos a lograr esa yarda y mantener viva esta serie y a terminar con puntos al final de ella’”, insistió Quinn.
Por su lado, Freeman defendió la decisión del coach de los Falcons.
“El coach Dan es agresivo. Nosotros somos agresivos. A eso nos dedicamos. Si estamos en una situación como esta el próximo juego, vamos a hacer lo mismo”, señaló el corredor.
“Obviamente, en esas situaciones uno puede lanzar. Simplemente pensamos, ‘Hey, tenemos una oportunidad’. Ellos (los Chargers) también hicieron una buena jugada. Debo darles crédito también”, finalizó Quinn.