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Robert Quinn encuentra inspiración en los logros de DeMarcus Ware

THOUSAND OAKS -- Una de las primeras cosas que notarán del casillero de Robert Quinn ahora es una publicación de Instagram, impresa y pegada con cinta adhesiva a una de las tablas de madera que sostienen sus efectos personales. Proviene de la cuenta de DeMarcus Ware, el ahora retirado ex ala defensiva y apoyador externo que parece destinado al Salón de la Fama. Es una gráfica de un jersey, la mitad de los Dallas Cowboys y la mitad de los Denver Broncos, con los logros de la carrera de Ware destacados en la parte de abajo.

Mantiene a Quinn en marcha.

"él tomó un buen camino", dijo Quinn desde las actividades organizadas del equipo durante la semana pasada. "Simplemente trato ya sea de repetirlo o hacerlo un poco mejor. Es algo que me mantiene motivado".

The opportunity to play in the National Football League.... #Priceless #ThankYOU

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El nombre de Ware ha surgido cada vez que alguien de Los Angeles Rams charla sobre Quinn, y tiene muy poco que ver con el hecho de que ambos optaron por el N° 94. Quinn pasó sus primeros cinco años jugando desde una posición de tres puntos como aña defensiva en un sistema 4-3, pero el nuevo coordinador defensivo Wade Phillips está convirtiendo a la unidad en un 3-4, lo que va a requerir que Quinn actúe como apoyador externo cuando los Rams no estén alineados en paquetes de sustitución.

En las palabras del nuevo entrenador en jefe Sean McVay, Quinn "desempeñará un rol similar a lo que DeMarcus Ware hizo en Denver para Wade el último par de años", que básicamente significa pasará la mayor parte del tiempo dando vuelta a la orilla para atacar al quarterback.

A Quinn le gusta el vínculo.

"Saliendo del universitario, de hecho escuché algunas comparaciones con DeMarcus Ware", admitió Quinn. "Esto fue muy al inicio. Y ahora estoy enganchado al mismo sistema que él jugó. Y realmente obtuvo sus estadísticas allí porque una vez que sea elegible para el Salón de la Fama --en cinco años, los años que sean-- instantáneamente estará dentro. Pasó de ala [defensiva] a jugar como apoyador externo. De haberse quedado en cualquier sistema, hubiera sido miembro del Salón de la Fama en cualquier posición".

Ware, votado al primero equipo All-Pro en cuatro ocasiones, fue un ala defensiva estelar en Troy que se convirtió en apoyador en una defensiva de Bill Parcells que hacía la transición de una 4-3 a una 3-4 en el 2005. Los mejores años de Ware coincidieron con el tiempo de Phillips como entrenador en jefe de los Cowboys del 2007 al 2010. Más tarde regresó a ser ala defensiva bajo Monte Kiffin y Jack Del Rio del 2013 al 2014. Pero Ware finalizó su carrera como apoyador externo cuando se reunió con Phillips en Denver del 2015 al 2016, jugando un rol crítico en una defensiva que era considerada la mejor de la NFL.

Quinn, seleccionado N° 14 global procedente de North Carolina en el 2011, recorre una senda ligeramente distinta.

El dos veces elegido al Pro Bowl acumuló 40 capturas del 2012 al 2014, la tercera mayor cantidad en la NFL durante ese lapso. Pero se ha visto limitado a 15 salidas de inicio en el último par de años, la primera de esas dos campañas quedando cortada prematuramente por una cirugía en la espalda. Quinn, quien se ha beneficiado de un receso de temporada normal este año, dijo sentirse "grandioso" ahora, y que "mi explosión, mi fuerza regresa". Ha bajado unas 15 libras, para colocarse alrededor de las 250, y espera mantenerse ahí ahora que su papel será retroceder ocasionalmente en cobertura.

"La parte complicada es acostumbrarse a la posición de dos puntos y acostumbrarse a retroceder a veces", señaló Quinn. "Es un poco diferente. Pero un par de días de práctica, y te empiezas a acostumbrar a ello. Entre menos pienses en eso, más rápido juegas".

Quinn necesita un año importante, para abrir espacios por el interior para Aaron Donald y asegurar su propio futuro.

Quinn firmó una extensión de contrato por seis campañas y 65.6 millones de dólares de cara a su cuarta campaña, lo que ahora apunta hacer Donald. Pero solamente le restan tres años garantizados más, y menos de 1 millón de dólares en dinero muerto seguirá como parte del pacto después del 2017, significando que los Rrams fácilmente pueden cortar lazos con Quinn si no prueba acomodarse bien esta temporada.

"No siento la presión del mundo exterior", explicó Quinn. "Tengo orgullo en mí mismo para querer ser un jugador productivo".

Quinn realmente solo ha conocido a Ware de pasada, pero lo ha admirado desde hace tiempo, por razones obvias.

Las estadísticas de Ware al final de la impresión en el casillero de Quinn señalan que fue invitado al Pro Bowl nueve veces y realizó 657 tacleadas. Que acumuló 138.5 capturas, la octava mayor cantidad en la historia de la liga. Y que ganó un Super Bowl como parte de una defensiva que era liderada por el mismo coordinador que ahora tratará de sacarle el máximo provecho a él.

"Lo miro todos los días", dijo Quinn. Respeto todo lo que ha hecho".