Johnny Cueto no empacó su mejor repertorio en la maleta que viajó a Canadá. Luego de haber dominado a los Astros de Houston en el juego decisivo de la serie divisional, el dominicano se presentó en el Rogers Centre descontrolado, inefectivo y dubitativo.
Cueto se convirtió en el primer lanzador en la historia de la postemporada en permitir al menos 8 carreras limpias y embasar a 11 corredores en menos de dos entradas según ESPN Stats.
En la rueda de prensa al final del partido, el diestro explicó que realmente se sintió muy bien haciendo bullpen pero que luego estaba incomodo en el montículo.
“El bullpen es plano y la lomita es un poco más alta, eso no es excusa, pero fue un factor”.
Sobre sus lanzamientos Cueto dijo que se quedaron algunos arriba en la zona pero que se sentía bien en general incluso que tenía un buen cambio.
“Son cosas que pasan en el juego”, recalcó para cerrar su encuentro con los medios.
El receptor estelar de los Reales de Kansas City, el venezolano Salvador Pérez, confirmó la apreciación de Cueto.
“Estaba dejando los pitcheos arriba y la lomita aquí es más alta y no se sintió a gusto pero ya el día de hoy pasó”.
El manager Ned Yost agregó lo siguiente sobre el dominicano “No podía mantener la pelota baja, estuvo alto todo el tiempo. Realmente tuvo problemas con su control y nunca pudo hacer los ajustes... estoy seguro que en su próxima salida trabajará en algunas cosas y les garantizo, si hace otra apertura en esta Serie, que lo hará bien”.
Una nota aparte para los 49.751 fanáticos que llenaron el Rogers Centre y básicamente se metieron con el pitcher desde el primer lanzamiento y no dejaron de hacerlo incluso luego de haber sido retirado del partido con gritos en coro que decían “queremos a Cueto”. Al diestro no le quedó otra opción que sonreír en el dugout.