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La polémica arbitral en torno a Corea

De un lado, Corea, el equipo más beneficiado en el torneo. Del otro, Italia, el más perjudicado. Getty Images

Los fallos arbitrales resultaron un dolor de cabeza para la FIFA en este Mundial, en especial porque han resultado ser particularmente localistas, sobre todo en el caso de Corea del Sur. Es que el equipo anfitrión recibió una mano grande por parte de los réferis en los duelos frente a Portugal, en la fase de grupos, Italia, en octavos de final, y España, por los cuartos, que despertaron bastantes suspicacias.

La atención comenzó a despertarse en el anteúltimo partido de la Zona D, cuando los dirigidos por Hiddink se aseguraron el primer puesto al vencer por 1-0 a Portugal. Ese día, el argentino Ángel Sánchez expulsó a dos jugadores lusitanos (Joao Pinto y Beto) cuando todavía estaban igualados sin goles. El acuerdo general fue que esas tarjetas rojas eran merecidas y la cuestión no pasó a mayores.

Sin embargo el tema volvió a tomar impulso en la primera ronda de eliminación directa, cuando los asiáticos vencieron 2-1 a Italia en tiempo suplementario. El ecuatoriano Byron Moreno interrumpió por offside una jugada de gol legítima de los azzurri que finalizó en gol (Tommasi terminó empujando la pelota dentro del arco y no estaba adelantado) y echó a Francesco Totti por tirarse dentro del área en una jugada por lo menos discutible. Los italianos dicen que podría haber sido penal, y es posible. Lo que es seguro es que -haya sido falta o no- el hombre de la Roma no fingió la caída que le costó la segunda amarilla. Además, el árbitro adjudicó un penal para Corea, que detuvo Buffon, aunque indiscutiblemente estuvo bien cobrado.

Justamente Italia fue la nación más perjudicada por los colegiados, ya que le anularon cinco goles en tres partidos, entre ellos dos absolutamente legales frente a Croacia, por la fase de grupos, uno de ellos sobre la hora, en un partido que terminó perdiendo. El inglés Graham Poll, a instancias del asistente danés Jens Larsen, se equivocó en las dos decisiones. Primero ahogó el grito de Vieri (porque consideró que estaba en posición irregular) y, sobre el final, a Matterazzi, por supuesta falta de Filippo Inzaghi sobre Simic.

A los de Trappatoni también lo privaron de un gol legítimo en el empata 1-1 frente a México, cuando el brasileño Carlos Simón cobró un offside inextistente a Filippo Inzaghi, que terminaba metiendo un tanto para los europeos.

Sin embargo la actuación más polémica fue sin lugar a dudas la del juez egipcio Gamal Ghandour, que en el partido que Corea del Sur le ganó a España por penales para llegar a la primera semifinal mundialista de su historia le anuló a España dos goles legítimos: uno en tiempo reglamentario y otro en la prórroga.

A los 50 minutos de juego, Ruben Baraja había anotado el primer tanto para los ibéricos tras un centro que llegó desde un tiro libre, pero el árbitro decidió que había cometido una falta inexistente antes de cabecear hacia la red. Habían pasado cinco minutos del alargue cuando el juez volvió a pitar ante un gol español: centro de Joaquín, cabezazo de Morientes y un silbato que indicó que la pelota había salido por la línea de fondo antes de que partir hacia el área. Fue un escándalo que los españoles difícilmente olvidarán.

La lista sigue con algunos hechos menos resonantes. Dos fallos que favorecieron a Brasil contra Turquía, por ejemplo: en la primera ronda, le cobraron un penal cuando la falta había sido afuera del área y expulsaron a Unsal por un pelotazo a Rivaldo, que simuló que la bola le había pegado en la cara cuando lo había impactado en la rodilla. El campeón también resultó beneficiado en el 2-0 ante Bélgica no convalidaron un tanto de Wilmots cuando aún estaban empatados.

En Estados Unidos 2-0 México, el portugués Vitor Pereira Melo no sancionó un penal para los mexicanos, tras una mano de John O' Brien, cuando el partido iba 1 a 0 a favor de los ganadores. Y en Alemania 1-0 Estados Unidos, el escocés Hugh Dallas no cobró a los 4 minutos de la segunda etapa, una clara mano de Frings sobre la línea del arco, que impidió que el remate de Berhalter se transformara en el gol del empate norteamericano.

Apenas un repaso por algunas decisiones que permanecerán en la memoria colectiva. Y que dejaron marcado un Mundial con más dudas arbitrales que certezas.