La policía brasileña ha recomendado que los nadadores de Estados Unidos Ryan Lochte y Jimmy Feigen sean acusados por cargos de reportar un falso testimonio de un crimen en Río de Janeiro, la Policía Federal de Brasil dijo a ABC News.
ABC News había informado anteriormente que la pareja había sido acusada, pero le corresponde a los fiscales para decidir si actúan ante la recomendación, y ese paso aún no se ha tomado.
El último giro se produce después de que la policía brasileña dijera que los cuatro nadadores estadounidenses no fueron robados a punta de pistola en una gasolinera, como ellos alegaron.
No hay información inmediata sobre si los compañeros de Lochte y Feigen, Jack Conger y Gunnar Bentz, que también estuvieron involucrados en el incidente, han sido acusados. Ellos hablaron con las autoridades el jueves, mientras Feigen no ha sido interrogado por la policía.
"No se cometió ningún robo en contra de esos atletas. No fueron víctimas del crimen que señalan", dijo este jueves Fernando Veloso, jefe de la policía civil, en conferencia de prensa.
Veloso indicó que los cuatro nadadores provocaron daños en el baño de la gasolinera al romper un vidrio y otros artículos. Dijo que los videos de seguridad muestran que los empleados del negocio intentaron controlar la situación, pero que los nadadores fueron al taxi en el que viajaban e intentaron huir.
Cuando los empleados se dieron cuenta de lo que sucedía, los guardias de seguridad le pidieron al taxista no retirarse del lugar y esperar a la policía. Aunque la policía brasileña había informado que no se habían usado pistolas en el incidente, Veloso dijo que los guardias sí usaron sus armas para controlar la situación.
El video de seguridad sí muestra a un hombre que se acerca al taxi con un objeto en su mano, pero no es claro si se trata de un arma.
Veloso dijo que la pistola presuntamente usada por el guardia está legalmente registrada y que los atletas se rehusaron a esperar a que llegara la policía. En esos minutos, una tercera persona se ofreció para traducir y explicarle a los nadadores que tenían que pagar por los daños en el baño. De acuerdo a Veloso, los atletas estadounidenses ofrecieron pagar con un billete de 20 dólares y 100 reales (alrededor de 51 dólares).
Veloso indicó que uno de los nadadores había confirmado esta versión, al afirmar que no hubo ningún rob y añadió que el video confirma que los nadadores no fueron víctimas de abuso físico o verbal.
Lochte le contó en primera instancia sobre el presunto robo a su mamá, Ileana, quien se lo comunicó a los medios, según relató un policía a la agencia AP, y las autoridades brasileñas se enteraron del incidente por la cobertura que se le dio.
Conger, Bentz y Feign permanecen en Brasil, pues las autoridades confiscaron sus pasaportes. Un juez brasileño también ordenó que se retuviera el de Lochte, pero el nadador ya había regresado a Estados Unidos.
Las autoridades del país sudamericano informaron en un comunicado emitido este jueves que Conger y Bentz fueron bajados del avión. Una fuente policial dijo a ESPN Brasil que los nadadores fueron entrevistados por poco más de tres horas en el aeropuerto con la presencia de un abogado brasileño, representantes del Comité Olímpico de Estados Unidos y del consulado de ese país.
Stephen Conger, papá de Jack Conger, dijo este jueves a ESPN que su hijo durmió en un hotel el miércoles y que fue custodiado por personal del gobierno de EEU. Jack nunca estuvo bajo arresto, de acuerdo a su padre.
"Es más un problema político que uno criminal", dijo Stephen, quien agregó que el plan es que su hijo vuele de regreso a casa la noche de este jueves y que ha intercambiado mensajes de texto con él.
"Estamos tan confundidos como todos sobre lo que pasó. No sabemos si hubo un robo o no", añadió el papá del nadador.
NBC habló con Lochte la noche del miércoles y reportó que el nadador dijo que había dejado Río y ya había vuelto a su hogar de acuerdo a lo programado.
Locthe dio marcha atrás en relación al primer relato que hizo a la cadena el domingo, al contar que le habían puesto la pistola en la frente y señaló que ésta sólo fue apuntada hacia él. También dijo que el taxi no fue detenido, pero insistió que los nadadores habían sido asaltados tras detenerse en la gasolinera.
Dijo que cuando fue entrevistado por la policía sobre el incidente, nadie le sugirió que debía quedarse en Brasil y que ninguna autoridad expresó dudas sobre su relato, según NBC.
El vocero del Comité Olímpico Internacional, Mario Andrada, dijo en conferencia de prensa que ni Locthe ni los demás nadadores necesitan disculparse por el incidente.
"Tenemos que entender que estos chicos vinieron a divertirse. Vamos a perdonarlos", dijo Andrada. "A veces uno toma decisiones de las que más tarde nos lamentamos. (Los nadadores) se divirtieron. Cometieron un error. La vida continúa".
Andrada hizo estos comentarios antes de que se publicaran los reportes de que no hubo ningún robo.
Información de Shaun Assael, de ESPN, y de Gabriela Moreira, de ESPN Brasil, se usó en este reporte.