El español Arturo Coello jugó este domingo un partido 'perfecto' y por eso, junto al argentino Agustín Tapia, derrotaron por 6-4 y 6-2 a otra dupla argentino-española, la de Franco Stupaczuk y Mike Yanguas, en la final del Premier Padel P1 de Kuwait.
Coello cometió un solo error no forzado en todo el partido, y fue en la pelota previa al punto donde los Nº1 sellaron su séptimo título consecutivo. El Rey fue una verdadera máquina adentro del 20x10 y por eso los líderes del ránking consiguieron hacer simple una final que había empezado muy complicada por el gran nivel de Stupa y Mike.
Plenos de confianza por haber llegado a su primera final de un torneo categoría P1 o mayor, Franco y el ibérico entraron en llamas al partido, ostentando su gran velocidad de piernas y su variedad de golpes.
Stupaczuk llegó a dominar por momentos a Tapia, al que en esos pasajes se veía incómodo por ese motivo y también porque Yanguas lo presionaba desde la paralela.
De hecho, la primera chance de quiebre la generaron Stupa-Mike, aunque no la pudieron aprovechar. Pero los Nº1 son tan difíciles de vencer (no pierden desde el 7 de julio) porque conforman un verdadero equipo y, cuando uno de sus integrantes sufre, aparece el otro para solucionar la situación.
Así fue que comenzó el show de Coello, quien empezó a cubrir más porción de la cancha para que Agustín pudiera proteger bien el sector de su revés. Fue suficiente para que el partido se emparejara.
Una pequeña desconexión de Yanguas -dos errores no forzados consecutivos- en el décimo juego, con el tanteador 5-4 arriba para los Nº1, fue suficiente para que se diera el primer desnivel y Tapia-Coello se llevaran el parcial inicial.
El segundo set comenzó igual de parejo pero poco a poco pareció impactarles al chaqueño y el ibérico la idea de que, jugando su mejor pádel, estaban de todas formas abajo en el marcador.
También es cierto que Tapia solucionó las incomodidades que el planteo rival le habían generado en la primera parte de la final. ¿Cómo? Pegándose más a la red. Es decir, ubicándose en el sector donde es letal.
El punto de quiebre llegaría de nuevo a partir de un par de errores no forzados de Yanguas. Esta vez, en el quinto game. Allí los Nº1 consiguieron la rotura de servicio que necesitaban para terminar de despegar.
Con un Coello que seguía igual de infalible que al comienzo y un Tapia mejorado, la resistencia de los retadores se esfumó y el pleito quedó definido tras un nuevo quiebre de servicio en el séptimo game.
Se trata del séptimo título consecutivo de Tapia - Coello, que parecen cada vez más imbatibles y van por todos los récords.