<
>

Jugar y ganar en el caos

UAR

BUENOS AIRES-- Las lesiones terminaron convirtiendo a Los Pumas en un equipo con cuatro jugadores fuera de sus puestos: “Pero en ese desorden, nos supimos ordenar”, resumió Noguera Paz.

Ramiro Herrera jugando de segunda línea, Guido Petti de tercera, Landajo de apertura y Ortega Desio como centro. En esa distorsión de posiciones se vivió (y sufrió) el final de la primera victoria de Los Pumas en tierra argentina frente a los Springboks.

El entrenador, Daniel Hourcade apeló a la importancia del factor emocional: “Con todas las cosas que pasaron, se convirtió en un partido diferente: no había estrategias, teníamos cuatro backs afuera y terminamos emparchando de cualquier forma. Lo único que hacía falta era corazón y afloró”.

“Fue un momento de desesperación donde no sabés qué jugador ocupa cada puesto. Tuvimos que ordenarnos nosotros mismos. Con Martín (Landajo) tratamos de ordenar la línea: en algunas jugadas lo mandábamos a Javier (Ortega Desio) de segundo centro, a veces de primero. Él estuvo muy atento para ver qué posición tenía que cubrir en cada momento. Se pudo suplir con una gran actitud de todos los que entraban”, expresó González Iglesias.

Entre risas Lucas Noguera Paz buscó explicar el desconcierto: “Sentías que no estabas organizado. Yo en un line me paré y lo tenía a Cumpa (Herrera) al lado mío. Era raro, te sentías desordenado. Pero en ese desorden, nos supimos ordenar. Lo supimos controlar bien”.

Para el Man of The Match, Facundo Isa, el triunfo terminó teniendo un valor extra: “Se nos complicó el doble por los lesionados. No teníamos otra cosa que juntarnos y sacarlo adelante. Teníamos que suplir los espacios, bancar el partido con una presión enorme. Teníamos todo en contra y lo supimos sacar”.