Las recientes lesiones y, por sobre todo, los síntomas de contusión que tuvo en el último tiempo, llevaron a Ben Smith a usar la opción de tomarse un tiempo sin jugar, que tiene puesto en su contrato, que tiene vigencia hasta 2020.
El fullback, que es una pieza clave de Highlanders y sub capitán de los All Blacks, jugará la etapa final del Super Rugby y se espera que después del test del 26 de agosto frente a los Wallabies por la Bledisloe Cup, se tome un tiempo alejado de las canchas.
Si esto ocurre, se perderá ocho encuentros: cuatro partidos del Rugby Championship, el tercer cotejo de la Bledisloe Cup y la gira de noviembre.