El próximo mes se pondrán a la venta las escasas entradas que, después de dos sorteos, se podrán adquirir para presenciar los encuentros de la próxima Copa del Mundo.

El total de entradas para el torneo supera el millón, pero las posibilidades de que los aficionados obtengan una para los partidos más importantes (inauguración, cuartos de final, semifinales y final) serán muy limitadas, ya que menos del cinco por ciento de las entradas para los 22 encuentros en el estadio Olímpico de Sydney se pondrán a disposición del público en general.

El sistema se empleará con el fin de evitar el escándalo de las entradas que afectó a los Juegos Olímpicos de Sydney, cuyos organizadores fueron condenados por reservarse las mejores localidades del evento.

La Unión Australiana de Rugby (ARU), que ha sido duramente criticada en los últimos años por la oferta limitada de entradas destinadas al público en general durante los encuentros internacionales más importantes, informó que el proceso de adjudicación de las entradas se realizará en dos sorteos.

El primero será para los 250.000 miembros del mundo del rugby de Australia, que incluye a jugadores registrados, árbitros, entrenadores, familiares de jugadores y empleados de clubes, mientras que el segundo será para el público en general.

La ARU defendió su política de venta de entradas y manifestó su obligación para con los aficionados australianos que han apoyado el rugby a todos los niveles.

De las 79.542 localidades del estadio Olímpico para la final de la Copa del Mundo, sólo 3.559 estarán a disposición del público en general, mientras que más de 3.000 podrán ser adquiridas por aficionados neozelandeses.