VILLARREAL (EFE) -- En el seno del Villarreal existe preocupación ante la posibilidad de que en el partido
de vuelta de los cuartos de final de la Copa de la UEFA ante el Celtic de Glasgow pueda haber más aficionados escoceses que
locales, debido al bajo ritmo de la venta de entradas entre los abonados.
A falta de un día para cerrar el plazo en el que los abonados del Villarreal pueden retirar su entrada, de los 17.000 socios
con los que cuenta el club, tan sólo unos 8.000 han adquirido su localidad.
Si en la jornada de mañana martes no se diera una demanda masiva de estos abonos, todas las entradas no retiradas se pondrían
a la venta para su libre adquisición por parte de cualquier aficionado.
El importante incremento del precio de las entradas a 60 euros, a partir del miércoles y que actualmente oscilan entre los
diez y quince euros para abonados, hace pensar al club que la mayoría de ellas serían adquiridas por seguidores escoceses.
El conjunto escocés pidió cerca de 20.000 entradas al club castellonense de las que sólo se le proporcionaron 4.000
localidades.
Al Villarreal le han llegado peticiones de agencias de viajes, grupos de apoyo y aficionados del equipo escocés, a los que se
les ha remitido al próximo miércoles a las 9:00 horas, horario de apertura de las taquillas para todos los aficionados, tras
acabar el plazo de preferencia de los abonados del club castellonense.
De esta forma, podría darse el caso de que de los 23.000 espectadores que tiene de aforo El Madrigal, más de la mitad fueran
hinchas escoceses, por ello el club ha hecho un llamamiento de última hora a su masa social para evitar esta situación.