MELBOURNE -- Para alegría de muchísimos fanáticos, habrá final soñada. Y sí, porque Rafael Nadal le ganó a Grigor Dimitrov por 6-3, 5-7, 7-6 (5), 6-7 (4) y 6-4 en un partidazo y jugará nada menos que con Roger Federer en la definición del Abierto de Australia. Sin dudas, impensado por la mayoría previo a este torneo, por cómo terminaron ambos en 2016, con problemas físicos y dudas.
Nadal y Federer se medirán entonces por 35ª vez y repetirán la final de Melbourne de 2009, cuando se impuso el español. Justamente, el zurdo domina al suizo en el historial, con marca de 23-11 y de 14-7 en finales. En partidos decisivos en los Majors, el de Manacor está 6-2 sobre el de Basilea, y el del domingo será el primer choque entre ambos en un Grand Slam desde Roland Garros 2011.
Para llegar al duelo soñado por tantos fans en el mundo entero, Nadal debió quitarse de encima a la mejor versión de la carrera de Dimitrov. Ex-Top 10 mundial, el búlgaro, ahora 15º ATP, jugó quizá en su punto más alto contra una figura del calibre del español, quien llegó a Australia ubicado en el Nº9 del ranking y se irá mucho mejor. Por su cuenta, Federer figura 17º, tras medio año inactivo.
En cuatro horas y 56 minutos de un choque electrizante, muy cambiante, con grandes tiros de ambos, en general buscando tomar la iniciativa Dimitrov y defendiendo con uñas y dientes Nadal, la diferencia fue realmente mínima. Tras al tercer parcial igualados, dispuso el búlgaro de muy buenas ocasiones para pasar al frente, pero el mejor pulso, producto de la experiencia y la mentalidad tan firme y ganadora, le permitieron al español cerrar ese capítulo y quedar 2-1 en sets.
Así, se acercaba al duelo tan esperado, aunque Dimitrov, lanzando golpes tremendos de ambos lados, arriesgó y desafío a Nadal al quinto parcial. Allí hubo un momento crucial, que pudo marcar otra tendencia final en este partido sensacional. El zurdo sacó 3-4 y 15-40, aunque lo levantó con grandes puntos y empató. Acto seguido, sintió el impacto Dimitrov al ceder su saque para ponerse el ex-Nº1 por 5-4. Ya con esa ventaja, más allá de rematar la tarea recién en el cuarto match point, Nadal no perdonó.
El español sufrió los 20 aces que conectó el búlgaro, pero siempre con su actitud positiva y una buena devolución, trató de variar el ritmo y los ángulos para complicar a su adversario, que quería acceder por primera vez a una final en un Grand Slam, en su segunda semi en Majors, tras un gran inicio de año con la corona en Brisbane. Apenas dos tiros ganadores más logró el ganador, en comparación a sus errores no forzados, mientras que el perdedor sacó saldo a favor de 10 puntos en esos rubros.
Por eso, habrá final soñada en Melbourne, en un domingo que promete ser espectacular, como ya ocurrió en este torneo hace ocho años y en otras citas de primera línea. En total, se enfrentaron en ocho finales Major: Rafa ganó seis (cuatro en París, una en Australia, una en Wimbledon) y Roger solo dos (ambas en el césped de Londres).
De esta manera, Nadal alcanzó su final N°21 en eventos de Grand Slam, igualando al serbio Novak Djokovic en el segundo lugar histórico, sólo superados por Federer, que jugará la Nº28 de su extraordinaria carrera. Por eso, se vivió otro duelo de película en la segunda semifinal, similar al nivel del triunfo de Roger contra Stan Wawrinka en el cruce de suizos, y ahora se viene el desenlace más perfecto para esta película rodada en Australia. Y todo está abierto...