Primero fue ver cómo respondía en su regreso oficial, después ratificó lo hecho en el debut y ahora va por el boleto a semifinales. Maria Sharapova, en el torneo de su vuelta tras la suspensión de 15 meses por doping, quiere dar un gran paso en el WTA de Stuttgart, sobre arcilla.
Los fans de la rusa, ex-Nº1 del mundo y dueña de cinco títulos de Grand Slam en su gran carrera, se ilusionan con más. Es que la siberiana venció en dos sets a la italiana Roberta Vinci y a su compatriota Ekaterina Makarova, ambas con pasado de Top 10, mientras que esquivó a dos tenistas que actualmente integran la elite.
Por un lado, se presumía que iba a cruzarse con la polaca Agnieszka Radwanska, pero ella perdió con Makarova, mientras que en cuartos su probable adversaria era la española Garbiñe Muguruza, quien cayó ante Anett Kontaveit.
Precisamente, la estonia, de 21 años y ubicada ahora 73ª en el ranking WTA, es la tercera rival de Sharapova en esta semana especial de su reaparición. Campeona de Stuttgart en 2012, 2013 y 2014, este viernes la rusa busca otro triunfo para intentar llegar a su primera semifinal en casi un año y medio, desde las Finales de Singapur de 2015.
Si Sharapova pasa a semifinales, allí su oponente ya no podrá ser la gran favorita y defensora de la corona, Angelique Kerber, ya que la alemana, Nº1 del mundo, perdió con Kristina Mladenovic. Por lo tanto, la francesa podría enfrentar a la rusa o bien la española Carla Suárez Navarro. Igual, para eso aún resta un paso más.