El número 4 del mundo quiere dejar de ser promesa. Alexander Zverev no tuvo buenas actuaciones en Grand Slams y el Abierto de Australia se presenta como la ventana para terminar de meterse en la pelea directa entre Rafael Nadal y Roger Federer por el Nº1.
"La del 2017 fue una temporada increíble. Aún así, el final fue muy malo. Si no hubiese jugado todo el año como lo hice, creo que no hubiera terminado la temporada ni entre los 50 mejores", reiteró con absoluta autocrítica y palabras fuertes.
"Ahora mi objetivo son los Grand Slams, es algo en lo que quiero mejorar esta temporada. Quiero llegar más lejos en esos torneos. De momento me está yendo bien, solo tengo 20 años así que no me quejo. Desafortunadamente, uno nunca puede tenerlo todo", confesó el alemán en la conferencia de bienvenida al Melbourne Park.
"Creo que físicamente soy mucho más fuerte, lo he demostrado en muchos partidos. Puedo resistir contra los mejores y jugar al más alto nivel al final de los partidos. Mentalmente también he crecido, puedo competir mano a mano ante los grandes en partidos cerrados", aseguró para finalizar.