Una batalla incesante, al rojo vivo. Los históricos Roger Federer y Rafael Nadal siguen peleando cabeza a cabeza por el Nº1 del mundo. El suizo desplazó al español en febrero al coronarse en Rotterdam, lo recuperó el español cuando el helvético cayó rápido en Miami y ahora, al ceder el zurdo en cuartos de final de Madrid, otra vez será líder el hombre con más tiempo en el trono de la ATP.
La lucha por la cima mundial, por eso, está a pleno en 2018. Y eso atrapa a muchísimos fanáticos en el mundo entero. Ni qué hablar de los ultras de Roger y los de Rafa. Ahora la novedad es que Federer, ubicado a apenas 100 puntos de Nadal, retornará este lunes 14 de mayo al primer lugar de la clasificación ya que el de Manacor, que defendía 1.000 por su título en Madrid 2017, cayó en cuartos ante el austríaco Dominic Thiem (7º) y eso lo hizo perder 820 unidades.
Por eso impactó más la caída del español, justo frente a su gente, en la capital, torneo que ganó cinco veces. Además, Nadal, el rey histórico de las canchas lentas, sumaba 21 victorias seguidas en clay, con un invicto de 50 sets, pero otra vez Thiem pudo frenarlo. De hecho, era el último verdugo de Rafa en arcilla, hace un año, en cuartos de Roma.
Este es el panorama: Nadal tenía, tras sus históricos 11 títulos en Monte Carlo y en Barcelona, 8.770 puntos, contra 8.670 de Federer, pero el español cedió 820 al lograr 180 llegando a cuartos de final y se queda con 7.950. Por eso, el lunes el suizo le sacará 720 unidades al español en el ranking internacional. Ausente Roger en la gira de clay para cuidar su físico y volver en césped, Rafa podrá recuperar la cima sólo si sale campeón en Roma.
La semana que viene el de Manacor revalida apenas 180 puntos porque hizo cuartos de final en Roma, el año pasado, por lo que si acumula 1.000 unidades ganando el Abierto de Italia sí le alcanzará para ser otra vez el número uno. Si no lo consigue, llegará siendo Nº2 a Roland Garros, donde intentará retener 2.000 por el título obtenido en 2017.
Ya después de la cita de París, regresará Federer al circuito y buscará revalidar 500 del ATP de Halle y luego 2.000 por la corona de Wimbledon, sus dos copas del año último en pasto. Por eso, la lucha continuará a pleno y será muy atractiva. En camino a los 37 años, el suizo es figura y se roba muchos elogios, igual que el español, quien está a días de cumplir 32. Sin dudas, dos grandes que siguen intactos pese al paso del tiempo.