Pese a despedirse de Londres sin triunfos, John Isner cerró el mejor año de su carrera profesional. Así, el gigante, con 33 años, finalizó por sexto año, sobre los últimos siete, como Nº1 del tenis de Estados Unidos. Sin dudas, un lujo para el país con mayor historia en el deporte blanco.
Sin dudas, 2018 será inolvidable para Isner. El residente en Dallas, de 2.08 metros, logró su título más importante, el Masters 1000 de Miami, justo en su país, se clasificó por primera vez para las Finales ATP, que reúne a los ocho mejores de cada temporada, y para colmo se dio el gusto de ser por primera vez papá.
Si bien no superó la marca personal de dos títulos por año, Isner llegó a ese registro ya que festejó en Miami y Atlanta. Así, el gigante consiguió 12 de sus 14 títulos oficiales en singles en territorio estadounidense. Además, 10 de las 12 finales perdidas también fueron en su país.
Isner termina entonces por sexta vez en los últimos siete años -excepto 2017- como el mejor jugador de Estados Unidos, el país históricamente más fuerte en tenis, con mayor cantidad de éxitos en la Copa Davis, tiene un Grand Slam, en Nueva York, y tres de los nueve certámenes de nivel Masters 1000.
Solamente Jimmy Connors (9), Andy Roddick (8), John McEnroe (7) y Pete Sampras (7) finalizaron más años como el Nº1 estadounidense en el ranking de la ATP. Isner ya había integrado el Top 10 mundial, pero en 2018 escaló más alto que nunca, al 8º puesto, y por primera vez cierra una temporada en la elite.
Por eso, a Isner nadie le puede borrar la sonrisa del rostro, más allá de las derrotas sufridas ante el serbio Novak Djokovic, el croata Marin Cilic y el alemán Alexander Zverev en su paso por Londres. "Las cosas no salieron como tenía planeado", dijo. Igual, tiene motivos de sobra para descorchar champagne...