El equipo de Francia sufrió un susto cuando Jo-Wilfried Tsonga, líder elegido por Yannick Noah contra Croacia la final de la Copa Davis en Lille, se retiró del entrenamiento.
Poco después, uno de los entrenadores franceses, Loic Courteau tranquilizó a todos al señalar que todo estaba bien y que no había motivo para alarmarse.
Segú Courteau, Tsonga había acortado su entrenamiento para regresar luego a la cancha del estadio Pierre Mauroy, para una breve sesión física: "Está bien. Tuvimos una semana muy ocupada. Su hombro estaba un poco oxidado, no queríamos correr ningún riesgo porque él lo había forzado en esas fechas. No hay nada de qué preocuparse. No tiene problema alguno", comentó.
Tsonga interrumpió su entrenamiento después de una hora, y luego volvió diez minutos después para realizar una docena de servicios, y detenerse de nuevo, visiblemente preocupado por su hombro.
Menos de una hora después, regresó al estadio por tercera vez, en una breve sesión de unos quince minutos sin raqueta esta vez, con el preparador físico del equipo francés, Xavier Moreau.
A continuación, Tsonga realizó ejercicios de apoyo y explosividad, con saltos, aceleraciones y resbalando, pero con el hombro derecho vendado sujeto a su cuerpo. "El objetivo es no correr riesgos. Lo principal es que pudo hacer la semana completa. El hecho de que hoy haya jugado sólo una hora no significa que vaya a cambiar nada para el viernes. Aún no conocemos la selección...", dijo Courteau.