Tuvo venganza y fue rápida. Dos días después de que la rumana Simona Halep, actual N°1 del mundo, derrotó a Venus en sets corridos, fue Serena, la menor de las hermanas Williams, la encargada de superar en un partidazo de tres parciales y muchísima emoción y calidad a la rumana, dejando abierta la lucha por la cima del ranking WTA.
Halep no consiguió tumbar a la estadounidense, N°16 preclasificada, a pesar de su meritoria reacción en el segundo parcial y cayó en los octavos de final por 6-1, 4-6 y 6-4 en casi dos horas en el estadio principal del Abierto de Australia, el Rod Laver Arena. Así, la ganadora dejó 9-1 el duelo personal frente a la europea.
La campeona de siete ediciones del Major australiano confirmó su jerarquía en Melbourne tras vencer a una número uno que podría dejar de serlo en el caso de que la checa Petra Kvitova o la japonesa Naomi Osaka avanzaran a semifinales.
La jugadora de Michigan continuó con sus posibilidades intactas de igualar a la australiana Margaret Court como la tenista con más títulos Grand Slam, con 24, así como de sellar el que sería su octavo título en el primer Major de la temporada.
Su próxima rival será la checa Karolina Pliskova, una Top 10 que ya le trajo problemas y también tiene un tenis agresivo y potente, quien arrolló a la española Garbiñe Muguruza con marcador de 6-3 y 6-1 en una hora de juego.
La checa es de las pocas jugadoras en el circuito que cuenta con un empate en enfrentamientos directos en Grand Slam con Serena Williams, después de vencer en las semifinales de 2016 y caer en los cuartos de final de la última edición.