Clijsters llegó a la final en un gran momento de juego y sin tener que disputar prácticamente la semifinal porque Venus, la mayor de las hermanas Williams, apareció en el Staples Center de Los Angeles lesionada y tuvo que retirarse cuando perdió por 5-0 en el primer set.

Su rival en la final iba a ser Serena, que en otro partido desconcertante superó en la semifinal por 2-6, 6-4 y 6-4 a su compatriota Jennifer Capriati, a pesar de cometer nada menos que 53 errores sin forzar.

La propia Serena, que tenía marca de 5-0 frente a Clijsters, pero en tres partidos decididos en tres sets, reconoció que tendría que jugar mejor si quería revalidar el título de campeona, que logró el año pasado en Alemania, sin jugar porque su compatriota Lindsay Davenport se había lesionado en las semifinales ante Clijsters.

La premonición se cumplió. Serena no jugó bien, volvió a cometer demasiados errores sin forzar, nada menos que 44, y aunque tuvo 19 golpes ganadores, enfrente se encontraba una rival en plenitud de forma, inteligente y con el poder físico suficiente para aguantar los arrebatos agresivos de la número uno del mundo.

El partido que duro una hora y 24 minutos se decidió en el duodécimo juego de la primera manga cuando Clijsters se puso con ventaja de 0-40 y aunque Serena logró con dos aces empatar, Clijsters no perdió la concentración y en la segunda ventaja que tuvo se rompió para ganar el set.

El golpe sicológico fue muy duro para Serena, que además no pudo romperle el saque a Clijsters en el primer juego de la segunda manga y la tenista belga comenzó su camino directo al triunfo final cuando en el sexto le volvió a romper el saque a la menor de las hermanas Williams, cuarta vez que lo hacia en el partido, y la ventaja de 4-2 iba a ser insalvable para su rival.

"Pienso que el haber ganado el primer set me dio mucha más confianza de la que tenía en poder ganar a Serena y luego nunca perdí mi ritmo de juego ni me descentré en los momentos decisivos", declaró Clijsters, que se llevó un premio de 765.00 dólares. "Es como un sueño hecho realidad, terminar la temporada con un triunfo en el Masters y ante Serena".

El único aspecto negativo del juego de Clijsters fueron las siete dobles faltas que cometió, con un solo 'ace', mientras que Serena repartió 3 y 3.

"Quise forzar al máximo mi segundo saque porque era preferible a que el resto de Serena fuese un tanto seguro", explicó Clijsters, que perdió dos veces el servicio en el primer set.

Pero la tenista belga, que para llegar a la final también superó en octavos a la estadounidense Chanda Rubin (6-1 y 6-2) y en los cuartos a su compatriota Justine Henin (4) (6-2 y 6-1), consiguió cinco golpes ganadores, cometió 27 errores sin forzar, aprovecho 5 de 10 puntos de rotura y tuvo un total de 78 tantos.

Clijsters no arriesgo nunca en su juego al mantenerse en el fondo de la pista y sólo subió tres veces a la red para ganar dos puntos, mientras que Serena lo hizo en 14 ocasiones y se quedó con sólo siete.

"Sabía que si movía bien la pelota a los ángulos de la pista y le cambiaba el ritmo a mis golpes podría romperle la concentración a Serena y eso fue lo que sucedió en el segundo set", destacó Clijsters. "Ahora mi objetivo es descansar y comenzar a pensar en la próxima temporada con más motivación que nunca.

Clijsters, de 19 años, que ganó por primera vez el último torneo del circuito de la WTA, se llevó un premio de 765.000 dólares y 485 puntos que le permitieron subir tres puestos y colocarse en el tercer lugar de la clasificación mundial (1.471), la mejor que ha tenido como profesional.

Serena, que ganó los títulos de Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos, y defendía el de campeona del torneo, esta vez no pudo ver cumplidos ninguno de los dos objetivos con los que llegó al torneo y que eran jugar la final contra su hermana Venus y ganarlo.

"No hay excusas, Clijsters jugó su tenis y se aprovechó de los muchos errores sin forzar que cometí, algo me sucedió en todos los partidos que jugué antes de la final", comentó Serena, de 21 años.

La derrota le cortó una racha de 18 triunfos consecutivos, no perdía desde el mes de agosto cuando en Manhattan Beach, la ganó su compatriota Rubin.

"Me siento un poco frustrada por no haber podido conseguir el triunfo y terminar la temporada con una nota ganadora, pero espero estar lista para el próximo año e intentar de nuevo conseguir el máximo de títulos", indicó.