Serena Williams: ¿y ahora, qué?

Con su carácter de triunfadora, la menor de las hermanas se metió en la historia del tenis al conquistar los cuatro títulos de Grand Slam seguidos, y su próximo desafío debería ser ganarlos en el mismo año

MELBOURNE -- La conquista del Abierto de Australia ha dilapidado gran parte de los retos deportivos de Serena Williams, aposentada en el cetro universal del tenis femenino, incrustada por derecho propio en el relumbrón histórico del mundo de la raqueta y sostenida, de paso, por un futuro esplendoroso.

El carácter de ganadora de la jugadora californiana provocará un profundo escarceo en la leyenda para alimentar de motivación su infatigable e incuestionable dominio.

Serena, impasible ante el carácter fraternal de su principal adversaria, Venus, única capaz de hacerla sombra, ha conquistado de forma consecutiva los últimos cuatro torneos del Grand Slam. Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos fueron suyos en el pasado año. En este inicio de campaña tampoco ha querido pasar por alto la puesta en escena del Abierto de Australia, el único grande que faltaba para completar su nutrido palmarés.

La pequeña de las Williams ya sabe que su dominio empieza a ser comparado con el de las grandes leyendas. De hecho, la tenista estadounidense, de veintiún años, ha logrado encadenar los cuatro Grand Slam, algo que no ocurría desde que lo consiguió la alemana Steffi Graf en 1988.

Seguro que cuando Serena traspase el umbral del portón de su mansión de Palm Beach, en Florida, con el trofeo oceánico bajo su poderoso brazo, la tenista ya habrá empezado a alentar su ambición con nuevos objetivos. Posiblemente la conquista del Grand Slam -los cuatro grandes en una misma temporada- sea uno de ellos. O suspirar por un palmarés similar al que eternamente sostiene a las grandes de la historia.

Martina Navratilova, Chris Evert o Steffi Graf son las primeras que abordan la mente de una jugadora auxiliada por un potencial físico sin precedentes, acomodado en sus 173 centímetros de estatura y sostenido por 59 kilos de peso.

Los giros del metabolismo que ha sufrido el cuerpo de Serena han disparado los trazos de una incuestionable campeona para la pequeña hija de Orance y Richard, rebosantes de vanidad por poder enseñar al mundo las directrices para crear a dos campeonas y asegurar el mantenimiento económico de una saga y unas cuantas generaciones posteriores.

Cinco títulos grandes y otros veintiocho torneos del circuito internacional han terminado por encumbrar a esta tenista, que tomó por primera vez una raqueta cuando tenía cinco años y medio en las pistas públicas de Compton, en California. Desde entonces mucho ha cambiado.

El acomodo público, social y económico que ha premiado el esfuerzo de Serena ha propiciado una insospechada versatilidad en la campeona, que aprovechó el estallido de su proyección para disfrutar de la irrupción en otros pequeños sueños.

Así, disfrutó cediendo su voz como invitada especial en un capítulo de la serie televisiva "Los Simpson" y protagonizó diversos 'cameos' cinematográficos, como el de la película "Black Knight", de Martin Lawrence, para satisfacer una de las pasiones ocultas de la estadounidense.

Fanática absoluta de los deportes -practica también fútbol y baloncesto-, no oculta su obsesión por el cine, la lectura y las conversaciones por teléfono, aunque su tesoro más preciado es pasar el tiempo libre con la familia y compartir éste con la visita a las tiendas de moda y joyería auspiciadas por grandes firmas y aprovechar la fortaleza de la tarjeta de crédito para hacer gasto en algunos caprichos inconfesables.

-EFE

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sábado, 25 de enero
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