Dentro de ese panorama, esta edición del Campeonato Argentino Abierto entregará un choque atrayente por la primera semifinal, entre Ellerstina y La Dolfina. Aun cuando la realidad pueda marcar lo contrario, en principio ambas formaciones están capacitadas para ofrecer un partido de alto vuelo y con emociones.

Por lo que mostraron hasta aquí, a uno, La Dolfina, lo avala la riqueza técnica de sus integrantes y registros como para respetar. Más allá del 20-14 con el que cayeron derrotados ante Indios Chapaleufú II en la definición de la Zona B, nadie pone en duda la capacidad de los hermanos Merlos y Bartolomé Castagnola. Mucho menos la de Adolfo Cambiaso, factor decisivo en innumerables ocasiones para volcar la balanza en partidos de pronóstico reservado.

Igualmente, La Dolfina, pese a ganar no dejó una buena imagen en la final de Hurlingham; tuvo un arranque irregular en Palermo, y el último fin de semana por primera vez la marcaron 20 goles.

Como contrapartida las estadísticas también marcan que, con la formación completa, disputaron cinco torneos y siempre llegaron a la final, con tres títulos en Hurlingham y dos subcampeonatos en Palermo.

Ahora, para alcanzar otra instancia decisiva en la Catedral del Polo tendrán que medirse con Ellerstina, y allí, aunque cada partido es una historia distinta, los números también los acompañan. Sólo Cambiaso y compañía festejaron en los cinco encuentros que se cruzaron.

La pregunta es, entonces, si Ellerstina está en condiciones de mantener su invicto en Palermo. La respuesta es un rotundo sí.

Ellerstina enterró en Palermo todas las dudas que arrastraba de Tortugas y Hurlingham, y en comparación al 2001, este año se muestra más sólido como equipo y mejor montado.

Falta aún un toque más de entendimiento, de sintonía común, entre los hermanos Novillo Astrada y Gonzalo Pieres (h.), pero a pesar de ello las condiciones están dadas para dar batalla a La Dolfina y alcanzar la final.

EL GRAN CHOQUE FAMILIAR
Indios Chapaleufú versus Indios Chapaleufú II es la reunión de la familia Heguy. Seis integrantes de este clan, todos pura sangre de polo, estarán en Palermo, algo así como su segundo hogar.

Obviamente ninguno querrá que el otro lo desaloje, y si la primera semifinal es de pronóstico reservado, este partido tiene futuro de chukker suplementario, gol de oro o muerte súbita, como prefieran llamarle.

En 23 ocasiones se encontraron estos equipos, siempre en instancias de eliminación como esta. El historial está 13-10 a favor de Chapaleufú.

Indios Chapaleufú II mostró una mayor regularidad en esta temporada, con un Alberto Heguy (h.), muy afilado para el gol. Además, Pepe, Ignacio y Eduardo Heguy, junto a Milo Fernández Araujo ya vencieron a Indios Chapaleufú, tanto en la final de Tortugas como en semifinales de Hurlingham.

De cara a este partido, Mariano Aguerre, con Bautista, Marcos y Horacio Heguy, saben que están mejor montados, recuperaron al No. 3 y además, para Indios Chapaleufú, la verdadera historia se escribe en Palermo.

Lo dicho: prometen ser dos grandes partidos. Ya nadie cuida caballos porque... ¿de qué servirán si no se llega a la final? Tampoco irán a pasar el día al Campo Argentino de Polo de Palermo, porque es para esto que se prepararon durante todo el año.