Argentina pasó las torres y clasificó

La altura de los chinos no fue obstáculo para la selección albiceleste que conduce Rubén Magnano, que se impuso con comodidad, sigue invicta y ya aseguró su lugar en los cuartos de final de la competencia

SIGUEN BIEN ALTO
Luis Scola tapa la arremetida de Yao Ming; Argentina no tuvo problemas con China
(AP)
INDIANAPOLIS --Los cuartos de final del Mundial 2002 ya han reservado un puesto para Argentina, invicta, avasalladora y lanzada desde que empezó el campeonato, donde han demostrado que todos los pronósticos han dado en la diana: la selección sudamericana dispone de la calidad necesaria para pisar el podio.

Rubén Wolkowyski abrió el camino de la victoria para el equipo albiceleste con una sensacional defensa sobre el gigante chino de 2,27 metros Yao Ming. La fortaleza del pívot argentino supuso un muro prácticamente infranqueable para Ming, el número uno del último sorteo universitario de la NBA ('draft') y, por extensión, un seguro de vida para el equipo de Rubén Magnano.

La candidatura argentina a los metales cobra cada día más fuerza. La formación suramericana despliega un juego rico en esos matices que revalorizan el baloncesto de cualquier equipo, y no sólo por sus altos promedios realizadores, sino por cuestiones como el espíritu colectivo.

Luis Scola decía al término de la primera fase que quería mejorar en todo, absolutamente en todo, para ayudar más a su equipo. Contra China, Argentina puso de manifiesto la solidaridad de sus jugadores con un total de dieciséis asistencias en los dos primeros cuartos.

Evidentemente, el marcador no podía ocultar lo que sucedía sobre la cancha: diecisiete puntos de diferencia a cinco minutos del descanso (42-25), los asiáticos desesperados en busca de soluciones y, mientras tanto, sus dos estrellas, Ming y Menk Bateere, el pívot de los Nuggets de Denver, desaparecidos en la niebla.

El jugador de Denver, después de veintiocho minutos, estaba clavado en un punto y desmoralizado por la efectividad de la defensa argentina. A esas alturas, Ming descansaba en el banco con la frustración dibujada en el rostro.

La decepción de Ming contrastaba con la felicidad que en el banquillo contrario emanaba la cara de Wolkowyski, que además de anular al hombretón chino había contribuido al casillero sudamericano con doce puntos.

La competitividad de la escuadra dirigida por Rubén Magnano ha convencido a todos. También a China, que a falta del último cuarto rezaba para que el reloj les librase del suplicio que vivían sobre el parqué: 72-49.

Pero aún restaba el último tramo y, desde el punto de vista argentino, parecía que el marcador marchaba al revés. La formación albiceleste siguió a su ritmo y eso tiene un nombre, ambición, que permitió ampliar la ventaja hasta los 24 puntos finales (95-71).

SÍNTESIS DEL PARTIDO

ARGENTINA (95 - 32+16+24+23): Sánchez (3), Ginobili (8), Sconochini (11), Wolkowiski (12), Oberto (8) -cinco inicial-, Montecchia (8), Scola (13), Palladino (14), Nocioni (10), Fernández (3), Victoriano (3) y Gutiérrez (2).
CHINA (71 - 14+20+15+22): Nan (3), Shioiang (4), Weidong (3), Bateere (13), Ming (11) -cinco inicial-, Xiaobin (5), Fangyu (11), Liu (12), Feng (6), Chen (1) y Cheng (2).

ÁRBITROS: Pitsilkas (GRE) y Oget (TUR). Sin eliminados.
INCIDENCIAS: encuentro correspondiente a la primera jornada del Grupo F de la segunda fase del Mundial 2002 disputado en el RCA Dome ante unos 4.500 espectadores.


-EFE


 ENVÍALO | MÁS ENVIADOS

Mundial de Básquet
lunes, 02 de septiembre
Portada