El duelo clásico entre Brasil y Puerto Rico volvió a generar todo tipo de emociones y de buen baloncesto y se decidió a favor de los primeros porque Gionannoni anotó cinco puntos de oro en sólo un minuto para permitir a su equipo romper el empate a 83-83 y asegurarse la victoria por 90-86.

El triunfo permitió a Brasil quedar invicto en el Grupo B, mientras que Puerto Rico se tuvo que conformar con el segundo lugar, pero ambos estarán en la segunda ronda del mundial.

Giobannoni, que aportó 11 puntos en los 17 minutos que estuvo en el campo fue el héroe del final, pero antes el escolta Marcelo Machado, volvió a ser el líder del ataque de Brasil, que tuvo su arma mortífera en los triples al lograr un acierto del 60,9 por ciento (14 de 23 intentos).

Machado, que anotó la canasta milagrosa contra Turquía, fue el máximo encestador de Brasilcon 23 puntos, el pívot Anderson Varejao aportó 18 y Vanderlei Mazzuchini fue el mejor reserva con 12 tantos.

Brasil finalizó el partido con un 50 por ciento en los tiros de campo y el 66,7 desde la línea de personal por un 51,5 y un 58,3, respectivamente para Puerto Rico, que se quedó con un 44,0 en los triples (11 de 25), la clave del partido.

El base Elias Ayuso fue una vez más la figura del ataque de Puerto Rico y por segundo partido consecutivo superó la barrera de los 30 puntos al lograr 31, pero la inspiración final esta vez volvió a estar del lado de Brasil, que encontró en Giovannoni, al jugador que ejecutó los tiros perfectos en los momentos decisivos.

El veterano alero José "Piculín" Ortiz aportó 21 puntos con 10 rebotes y 3 asistencias y el pívot Daniel Santiago encestó 10 tantos.

Puerto Rico, como había anticipado el entrenador Julio Toro, comenzó el partido haciendo una defensa al hombre para evitar los tiros de triples de Brasil, su mejor arma ofensiva, y sólo lo pudo conseguir a medias porque le faltó consistencia.

Brasil terminó los primeros 20 minutos con un 60 por ciento de acierto en los triples, 6 de 10, mientras que Puerto Rico se quedaba con sólo 2 de 8, los que Ayuso de 4 intentos había encestado.

El parcial de 41-37 favorable a Brasil con que se llegó al descanso demostró que los triples fueron la única diferencia a favor del equipo suramericano.

El descanso le sirvió a Toro y su cuadro de ayudantes técnicos para convencer a los jugadores que si no hacían mejor defensa al hombre y evitan los tiros de tres puntos, Brasil iba a ganar el partido.

Toro también estableció que debía salir Carlos Arroyo en lugar de Raymond Dalmau para mover el balón y permitir a Ayuso que tuviese más espacios libres y la opción de tirar desde fuera del perímetro.

La estrategia resultó y con menos de un minutos jugado en el tercer periodo, Puerto Rico se colocó arriba con un parcial de 48-47 después que Ortíz y Ayuso con triple establecieron la racha de 5-0.

Brasil reaccionó de nuevo con los triples y volvió tener el control del partido después que su porcentaje lo incrementó hasta el 71,4, pero Puerto Rico, con Ayuso ya inspirado también logró tener un 75,0 de acierto con 6 de 8 canastas desde el perímetro y cinco fueron de su escolta estrella, que logró 17 puntos.

Pero Ayuso y Puerto Rico, que cometió dos faltas intencionadas en menos de un minuto con 6:30 para que finalizase el partido, aprendieron la lección, que para ganar al actual Brasil si no hacen mejor defensa al hombre, los triples serán su maldición.

90 - Brasil (21+20+27+22): Marcelo Machado (23), Helio Filho (-), Anderson Varejao (18), Alex Garcia (-), Sandro Franca Varejao (6) -cinco inicial-, Rogerio Klafke (8), Demetrius Ferraciu (6), Guilherme Giovannoni (11), Vanderlei Mazzuchini (12) y Tiago Splitter (6).

86 - Puerto Rico (21+16+27+22): Elias Ayuso (31), Raymond Dalmau (9), Daniel Santiago (10), José Ortiz (21), Rolando Hourrutiner (2) -cinco inicial-, De Jerome Mincy (4), Christian Dalmau (-), Antonio Latimer (1), Luis Allende (-) y Carlos Arroyo (8).

Arbitros: Nikos Pitsilkas (Grecia) y LLija Belosevic (Yugoslavia).